viernes. 19.04.2024

1.- Con la edad que tengo me puedo permitir ponerme paternalista. Santi Negrín, presidente de La Cosa, con sus anunciadas querella y demanda contra un medio se ha equivocado doblemente: primero, por el lugar donde la anunció, en el Parlamento. Después por el mero hecho de formularlas, si es que lo hace, aunque es muy libre. Lo que está pasando en la Televisión Autonómica es inaudito, desborda cualquier pensamiento racional. Desde una investigación en curso que en muchos aspectos no tiene ni pies ni cabeza y en la que hay mucha imaginación policial, hasta una denuncia de querellas entre medios. Conste que el grupo del “Diario de Avisos” lo que ha hecho es ofrecer información, muy contrastada, y que no necesita que yo lo defienda, porque tiene sus propios medios. El otro día, un Santi Negrín descompuesto y medio lloroso, lo que consiguió fue que el Parlamento le dijera que aquel no era el lugar para dirimir sus cuitas con un medio. Ni siquiera tiene el apoyo del Gobierno que lo propuso. Lo ha perdido, porque está actuando, literalmente, con el culo, por usar una expresión coloquial. Se ha rodeado de personas que no le convienen y que lo van a dejar tirado el día menos pensado. Eso que llaman malas compañías, aunque cada uno es muy libre de elegirlas. No quiero seguir porque a lo mejor, con la intención de no machacarlo, me pondría muy críptico. La Radiotelevisión Canaria necesita un vuelco, pensábamos que se le iba a dar pero su destino actual, por resultados y por líos, es el cierre. No tiene influencia alguna en la opinión pública, está anticuada, los programas son odiosos y los buenos profesionales están desaprovechados, la gente no escucha la radio autonómica y en ella manda todo el mundo menos Santi Negrín. Si quieres, queréllate contra mí también, Santi, que a mí eso me la pela, pero ponte las pilas, coño. Y no vayas a lloriquear al Parlamento. Si te sirve de consuelo, una vez me llamaron a mí extorsionador en un pleno. Y los extorsionados se descojonaron. No se puede confundir la crítica con la persecución y mira que yo era insistente en las críticas. Cuando atentaron contra el rey Alfonso XIII, cuando Mateo Morral le lanzó la bomba desde una pensión, el día de su boda, le preguntaron al monarca, ya a salvo en el palacio real, que cómo se encontraba. El rey, sin inmutarse, respondió: “Bien, bien, estos son gajes del oficio”. Pues eso.

2.- No me pregunten como estoy, porque estoy muy mal después de lo de ayer, en el “Bernabéu”. Fue un error táctico del Madrid adelantar el equipo con un 2-2 y con 10 jugadores. Pero el público del “Bernabéu” se lo pidió y el Madrid y Zidane picaron. Un empate era un resultado estupendo, teniendo en cuenta las circunstancias. El Barcelona no existe, el que existe es Messi, que con permiso de Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del mundo. Esto es, más o menos, como el cuento de la Cenincienta y de la madrastra, que se miraba en el espejo: “Dime, espejito, ¿verdad que yo soy la más bella de todas las mujeres?”. Pues Cristiano, en este momento, que no consulte al espejito porque se va a llevar un disgusto tremendo, aunque se haya cambiado de peinado y de color de pelo. El mejor jugador del mundo es ahora Messi, aunque no le den más balones de oro por el momento; y ya es hora que se lo entreguen a un tercero. Cristiano sólo volverá a ser el mejor si el Madrid gana la Liga y la Champions, que todavía tiene todas las papeletas para conseguirlo. Pero es difícil ganar la Liga perdiendo en el “Bernabéu” con el F.C. Barcelona. Me consuela el hecho de que mientras yo me trago el cabreo y no leo crónicas en prensa, ni veo programas deportivos en televisión después del partido, ellos están de risas en el entrenamiento en Valdebebas, esta mañana. Se nos ha atragantado otra vez el Barcelona, qué se le va a hacer, y el día 2 nos queda el hueso, también en el “Bernabéu”, del Atlético en la Champions. Dos tropiezos seguidos no serían muy normales, pero desde que Vujadin Boscov dijo aquella pollabobada de que “fútbol es fútbol” todo puede pasar.

3.- Hasta el Tete, que iba ganando durante toda la segunda parte, se dejó empatar en “Los Pajaritos”, ante el Numancia. Menos mal que todos los que aspiran a subir a Primera se quedaron ayer en blanco, o casi. Mantiene el Tete las opciones, aunque deberá asegurar mejor los partidos si quiere subir a Primera División, vía liguilla. Y es que el fútbol es una caja de sorpresas. Incluso un buen árbitro como es el canarión Hernández Hernández se equivocó ayer no señalando penalti a Umtití sobre Cristiano, no echando a Casimiro y expulsando a Sergio Ramos. En fín, que fútbol es fútbol. Muy profundo todo.

Ay, Santi
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