viernes. 29.03.2024

Por Victor Sanginés Tremps

El alcalde de Arrecife ha justificado el traslado del mercado agrícola de los sábados por “las condiciones meteorológicas adversas”. Y seguro que no se refiere al cambio climático, que ya sabemos todos que, según el primo de Rajoy, eso es un bulo socialista.

Mucho más de andar por casa y echando mano del refranero popular es eso de que “a buen viento, mucha vela pero poca tela”. Y mucho viento y poca tela han debido juntar los artesanos y agricultores durante el verano en el Parque Temático, que cae para la mayor parte de los arrecifeños donde Cristo dio las tres voces.

Otra cosa puede decirse de la plaza de Las Palmas, frente a la iglesia de San Ginés, espacio previsto en el anterior mandato, que parece hecha para albergar puestos de verduras y frutas, vitrinas de dulces y cacharrería de barro. Cosa que no puede decirse de la exposición de ropa interior de fibra, manteles y bordados chinos, en plena Calle Real.

El sábado, bajo un sol de justicia, cientos de personas, entre curiosos, paseantes accidentales por la zona y políticos, que allí nos juntamos unos cuantos, coincidieron en declarar la nueva ubicación del mercadillo como todo un acierto. Al margen, claro, de los habituales comentarios sobre las dificultades de aparcamiento.

El más satisfecho de todos, como viene siendo habitual frente a las concentraciones humanas, era el alcalde, que tuvo la oportunidad de reinaugurar la instalación y celebrar el éxito con una nota de prensa.

Como ya hiciera con el mercadillo semanal, que trasladó al Charco y envió de vuelta al Parque Viejo a las pocas fechas, el baile de puestos le permite cortar cintas por doquier, sonreír a las cámaras por duplicado y provocar entrevistas orondas y satisfechas. Es reinaugurator y ataca de nuevo.

Cándido reinaugurator
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