sábado. 20.04.2024

Por Pedro González Cánovas

El capitán de un barco que se baja antes que nadie, cuando éste se hunde, es un cobarde: dicen las leyes marineras.

Qué bueno que lo hayan echado a tiempo del barco, Paulino, porque Coalición se hunde. Se hunde, por ese lastre que les llena los bolsillos a unos cuantos, habiéndose multiplicado el número de ricos en el Archipiélago, mientras la mayoría de la población se sumerge, cada día más, en la pobreza, la exclusión social y hasta el hambre; cuando se ha multiplicado casi igual el número de parados y ha decrecido notablemente el poder adquisitivo de las familias; cuando el número de suicidios y desahucios no tiene parangón con otros lugares del estado español; o mientras un grupo de activistas contra el petróleo, que se supone ustedes combaten con tanta bravía, se ven a la deriva, abandonados, sin una institución que alegue a su favor. Como pasa con los activistas de ANC que se manifestaron en las Islas Salvajes.

Su silencio y el de su partido, al respecto, el joven Clavijo incluido, lo dice todo. Ustedes se quedaron sin argumentos políticos hace mucho. Sus "fundamentos" no tienen sostén en ninguna ética o moral, ni antes ni después de los juzgados y el Senado. Su concepto de políticamente correcto está anudado, como sus corbatas; caducos y obsoletos, porque no han madurado con la misma rapidez que nuestro Pueblo; y su partido está socialmente acabado, porque han trabajado duro para ello o, como decimos aquí "se lo han currado".

No espero contestación o réplica. No espero nada de ustedes. Nos bastamos entre algún sindicato y otras tantas organizaciones políticas y sociales, para traer sanos y salvos a nuestros compañeros, los activistas que se manifestaron contra el petróleo en las Islas Salvajes, que salieron en las noticias que usted no ve, sobre quienes ayer hacía declaraciones el primer ministro portugués, de regreso a Canarias.

Sin más que agradecerle su silencio y desearlo eterno, confirmándole lo mucho que se le extraña a veces, se despide para siempre de usted

Carta a Paulino Rivero y compañía
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