viernes. 29.03.2024

1.- Hay que ver cómo está la cosa bancaria, que un émulo de Pepe el del Popular ha trincado la pasta de dos clientes de CaixaBank y se ha mandado a mudar de su Galicia del alma con un "Lexus" -no tiene mal gusto- y un millón de euros. Mientras el nuevo Pepe se solaza en las playas del Caribe con una bella mulatona, aquí a la banca se le remueven las tripas. No se olviden de que éste es el país de Rinconete y Cortadillo . No sé dónde habrá dejado el "Lexus", porque en el avión no cabe. A la banca, que es un perro flaco, le están saliendo más pulgas que nunca, porque lo del gallego trincón no es el único caso, sino que hay más. O sea, que se impone aquello de "coge el dinero y corre", tan familiar en los atracos horteras de la banca de carretera general y lejano olor a tricornio. Sólo que lo del gallego no es moco de pavo: un milloncito de euros que en el Caribe, si se administra bien, da para mucho. Lo malo es cuando se acabe; y más pronto se termina si hay mulatas de por medio, que las mulatas suelen consumir mucho parné. Por razones históricas, no sólo por el atractivo color de su piel, que también. Ahora bien, la mejor compañía para una fuga espuria, como la del probo empleado gallego, es la de una mulata zumbona que te baile la danza de la culebra mientras tú, encuclillado en la alfombra del hotel, cuentas el billetaje resultante. Aquí los de 500, allá los de 200, a este lado los de 100. Debe de ser un espectáculo. Y con el calcañal de la pata izquierda trabas los de 500 para que a aquélla no le asalte la tentación, que son fáciles de meter entre las generosas tetas. Ay.

2.- Mientras peor lo pasamos nosotros con los bancos, que no sueltan un duro sino a la fuerza, mejor se lo montan los franceses, que no nos pueden ver, pidiendo saneamientos ajenos. Sarkozy se saneó con Carla Bruni y este presidente nuevo, carita de triste, Francois Hollande , se sanea con la que fue mujer de su mejor amigo. Es que Francia y ellos son así. Dramas familiares aparte, yo creo que ha llegado la hora de remar todos en la misma dirección porque fuera -como en Francia- no quieren mucho a este país; y dentro tampoco, porque cada español es un inspector del Banco de España. Y eso.

3.- Se mandan a mudar los bancarios con los denarios de los clientes, dejando las cajas con más telarañas y aumenta el tamaño de los colchones. El colchón ha sustituido a la cuenta corriente, pero, cuidado, porque el camino de los chorizos hacia el colchón es mucho más fácil que el atraco al banco. Descontando, eso sí, ese atraco, más bien blanco, del señor gallego que se piró con el millón de euros de sus clientes. Hay quienes ya no duermen sobre el colchón, sino sobre una tonga de billetes de 500 euros, que esos sí que no aparecen en la calle, a pesar de que Montoro les ha puesto cerco, con esa cara de gremlin. Yo, si les digo la verdad, años ha que no veo uno, lo que no tiene mérito porque hace tiempo que tampoco capturo uno de 100. En fin, malos tiempos para los bancos, que han muerto víctimas de su propios desafueros. Y para sus clientes, claro.

[email protected]

Coge el dinero y corre
Comentarios