El Juzgado número 1 de Arrecife ha condenado a dos años y medio de cárcel, como responsable de dos homicidios imprudentes, al conductor del coche que cayó al mar en Naos, causando dos muertos, en diciembre de 2005.
También tendrá que indemnizar a las familias de los fallecidos. La defensa anuncia que recurrirá el fallo. Según adelanta este lunes el diario Canarias 7, el fallo ve probado que el acusado, D. F. Renza Andrade, conducía el vehículo Opel Astra con matrícula 5127 BJW, con las facultades psicoactivas fuertemente mermadas por efecto del alcohol cuando, a las 9.00 horas del 17 de diciembre de 2005, el vehículo cayó al mar en el muelle de Naos, Arrecife.
Fue al cambiar el sentido de la circulación a velocidad excesiva, saliendo el vehículo por el margen derecho, cuando el coche terminó precipitándose al mar. Con el acusado iba, como copiloto, J. N. O. Angulo, que junto al acusado, salvó la vida, en su caso gracias a una heroica intervención de un agente de la Policía Nacional, que logró extraerlo del turismo ya hundido. No corrieron la misma suerte los otros dos acompañantes que viajaban en la parte trasera, C. A. Urbano Caicedo y D. F. Ramírez.
La sentencia declara culpable de dos homicidios imprudentes al acusado, pese a que el copiloto negó que fuera él quien conducía. De hecho, tras el accidente reconoció que el conductor era uno de los fallecidos, aunque la sentencia recoge que en el plenario el testigo se desdijo de su declaración inicial.
El fallo condena al acusado a indemnizar a la pareja de C. A. Urbano Caicedo con 93.166 euros, y a sus dos hijas menores, con 38.819 euros. También a los herederos del otro fallecido con 62.111 euros, aunque no a su supuesta pareja. Las indemnizaciones deberán ser cubiertas de forma conjunta y solidaria con la aseguradora del vehículo.
Restricciones en la zona
Cabe recordar que este hecho y otros similares en la misma zona, como la precipitación, en julio de 2007, de un turismo al mar en Puerto Naos, en el que viajaban un menor de cinco años, que falleció, y su madre, reabrió entonces el debate sobre la necesidad de restringir el acceso rodado hacia esa zona del muelle capitalino. Han sido ya varios los coches que por maniobras imprudentes o despistes de sus conductores han acabado en el agua, sucesos que se han saldado con víctimas mortales en más de una ocasión.
Como consecuencia, la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) instaló incluso bolardos en todo el perímetro del muelle de Naos, con el fin de frenar, en la medida de lo posible, la caída de nuevos vehículos a la bahía.
La colocación de estos postes cubre toda la zona de maniobras de carga y descarga de los barcos en el muelle sin que se interfieran esas operaciones.
