sábado. 20.04.2024

Por Mónica Álvarez

Tanto si lo preguntas como si lo afirmas, pudiera parecer demasiado “recurrente” por la facilidad y, algunas veces, ligereza con la que se utiliza por personas de tantas profesiones públicas como por motivos de audiencias, pero me resulta lo suficientemente elocuente y propia para expresar y clarificar, ante los últimos acontecimientos y “falsas acusaciones”, mi particular opinión.

Mucho se ha comentado estos últimos días en todo tipo de medios de comunicación radios, digitales, redes sociales y prensa escrita­, acerca de las “acusaciones”, nada de presuntas, aunque sí falsas, pues quien, en segundo round, las arrojaba por su boca, identificaba con ellas los nombres y apellidos de quienes “supuestamente” habíamos cometido, según sus palabras, un “grave delito”, afirmando la existencia de “extorsiones” y/o “presiones”. Primero, de todas las administraciones canarias, sin determinar; para finalmente dirigirlas a mi persona, en la condición de Consejera en materia de Pesca entonces, y en la persona de un trabajador ­Asesor­ responsable de la OAG, ambos como representantes del Cabildo Insular de Lanzarote.

Y ante este panorama, después de casi un año en el que podían haber formulado la correspondiente denuncia donde se debe, de haber ocurrido tales hechos, que repito son falsos, -Abril 2013-, es por lo que una, indignada, se pregunta: ¿Qué motiva hoy, un año después, a un “Vice­Patrón” de una Cofradía de Pescadores, sino reconocido, el Sr. Olivero, si conocido por los pescadores y, en representación de estos, denunciar con tan falaces acusaciones. Dice que en defensa de un compañero, el Presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Las Palmas, quien también, estos días atrás, dirigió de su “puño y letra” ­permítanme la expresión, si bien, hoy, poco hacemos con la finura de una estilográfica-, una carta al Ministerio de Medioambiente, para posicionarse así con un supuesto apoyo del Sector y con acusaciones manifiestas, a favor de unas Prospecciones Petrolíferas que tanta polémica y enfrentamientos han provocado entre detractores y partidarios?. Claro que no lo comparto, pero menos aún lo entiendo.

Tristemente, permítanme la licencia, según contenido de la referida misiva, si que se ha “politizado” demasiado, pero se ha hecho por aquellos que entendieron sacar rédito del mismo, que no siempre es estrictamente por beneficio político­. Y, no se equivoquen, los representantes públicos de las administraciones locales, insulares y autonómica canarias ­con siglas e ideologías distintas­, bajo la responsabilidad de sus cargos y en defensa del interés general y una mayoritaria voz social (ciudadana y colectiva), ante la posición “dictatorial” de un gobierno central con la pretensión de autorizar las prospecciones petrolíferas en las aguas de Lanzarote y Fuerteventura, se posicionaron unánimemente en contra. Todo, ante una autorización que nos obliga a correr un innecesario riesgo, informes expertos lo avalan, provocando la pérdida de las fortalezas y las riquezas (territoriales, medioambientales, de biodiversidad y marinas) que nos diferencian y nos hace únicos, como así debilita el modelo de desarrollo­ Turismo y sostenibilidad energética­ por el que decidimos apostar. Pero también, a la falta de lealtad y de respeto institucional, que debe imperar en la relación entre gobiernos. Y así siguen las cosas, pendientes, entre otros frentes, de lo que fallen los tribunales.

Volviendo al tema que me ocupa, digo que no se entiende el posicionamiento de estos representantes, máxime, porque es la propia Cofradía de Pescadores San Ginés de Arrecife-a la que se hace referencia-, con reconocida trayectoria en canarias, quien a renglón seguido desmiente categóricamente tal acusación vaya por delante mi considerado y personal agradecimiento a su Patrón Mayor, Sr. D. Aquilino Arrocha, y al resto de su Cabildo así como a los pescadores miembros­ -Porque verdad sólo hay una. Gracias de corazón-.

Considerando éste último, me hago ahora la siguiente pregunta, ¿realmente ha sido una posición de “muto propio” de estos pescadores ­que además decían, en primera instancia, hacerlo en representación de un sector, que hoy no les respalda­ o más bien, se han expresado así siguiendo alguna recomendación o propuesta (a cambio de algo, claro)? Si no es el caso, me reitero, sigo sin entenderlo, debo estar bastante torpe ante tantas contradicciones.

No acuden a los tribunales en todo un año a denunciar lo que “supuestamente habían sufrido”, pero tampoco lo denuncian públicamente en ese mismo período. Se posicionan, personalmente y en calidad de representantes, en un sentido que dista mucho de la realidad mayoritaria de su propio sector -existe un rechazo absoluto, 21 de las 26 Cofradías, a las prospecciones petrolíferas (en Lanzarote, las cuatro que existen más la Asociación de La Santa)-, y, con todo, son ellos quienes se erigen defensores de un colectivo frente a unas “supuestas presiones” de las instituciones canarias y personas dirigentes de las mismas. Pues bien, será entonces este el momento de la justificación conveniente, más que palabras que verbalizan o mecanografían libremente propagándose por las ondas, los rotativos y las redes­ tendrán que demostrarlo con “hechos”, ­garantizo que inexistentes-, pero para lo que les sugiero acudan sin mayores dilaciones a los tribunales. Yo haré lo que corresponda, y recojo con gran satisfacción la contundencia mostrada por el Cabildo Insular ante estas manifestaciones así como su propuesta de emprender las acciones legales necesarias para que no quede impugne las “malas artes” empleadas para desprestigiar y desacreditar dignas y limpias luchas.

Lo que sí me queda claro es que estas ideas de maldad intrínseca de las personas, en la posición de la supuesta defensa de un “Sector”, que no parece habérselo pedido, para apoyar y permitir una actividad petrolífera que nos pone en peligro a todos, y que, principalmente, le afectaría a los pescadores y a su “pan de cada día”, ya las hemos oído antes, hasta la saciedad, en boca de desinformadores. Promovidas por multinacionales empresas que controlan y promueven grandes campañas mediáticas, aplicando una estrategia concienzuda para legitimar y, así, lograr la autorización y, consecuentemente, la implantación de unas Prospecciones Petrolíferas que, nunca tuvieron argumentos o apoyos mayoritarios, pero que cada vez se sostienen menos. Claro ejemplo es lo que ocurre en las Islas Baleares.

Y, en todo caso, si las palabras del Sr.Olivero, son realmente la espontánea expresión de su personal sentir y sufrir, no está haciendo otra cosa que proyectar su propia mezquindad en al ámbito de la vida pública. Además de faltarse el respeto a sí mismo, algo que no debe preocuparle mucho “porque uno es dueño de su silencio, pero esclavo de sus palabras”; se lo falta a todo un sector de compañeros y profesionales que han sido libres, responsables y conscientes del perjuicio que les ocasionaría esta actividad extractiva de hidrocarburos en el mar. Motivos, por los que han adoptado un rotundo posicionamiento en contra a las Prospecciones Petrolíferas en aguas de Lanzarote y Fuerteventura. Surgió del diálogo y la atención a sus demandas ­al menos en dos ocasiones previas­, que el 20 de Mayo de 2013 se les ofreciera por quien suscribe ­proponiendo para tal labor al responsable de la OAG ­Ezequiel Navío­ trasladarles toda la información que tuviéramos de esta materia, incluidos los “supuestos ­pros” (recogiendo entonces las afirmaciones que hacían representantes de Repsol y el propio Ministerio de Turismo, que quedaron claramente desmontadas) como los “contrastados ­contras” (entendiendo los expertos que unos de los más perjudicados serían los propios pescadores). Todo lo cual, debe ser que no encajaría bien con la realidad del que parece no poder llegar más allá de lo que ha llegado, proponiéndose en representación de un sector que no le acompaña y unas afirmaciones que no se sostienen. Ni a las de su compañero.

Para finalizar, permítanme una vez más, que también me dirija directamente a quien me acusa sin ruborizarse, en su condición de Vice­Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores San Ginés, al Sr. Cristóbal Olivero, con las siguientes palabras: “Un Título no garantiza la real competencia, ni la honestidad profesional o personal de quien lo posee” (Freeman). Y ante sus propios hechos, “Doy fé”.

¿Cree el Ladrón que tod@s somos de su condición?
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