El director general de la Policía cuando se produjeron los atentados del 11-M, Agustín Díaz de Mera, ha accedido finalmente a facilitar al tribunal que juzga a los procesados por la masacre el nombre del agente que le comunicó la existencia de un informe que hablaba de las relaciones entre ETA y el terrorismo islamista, al que se había referido en septiembre de 2006.
AGENCIAS
Durante su declaración como testigo en el juicio el pasado día 28, el ex director de la Policía se negó a revelar su fuente, desoyendo las reiteradas advertencias por parte del presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez. El juez le acusó entonces de un delito de desobediencia a la autoridad judicial que, pese a la actual revelación, sigue adelante.
El tribunal ha comunicado el cambio de actitud del hoy eurodiputado del PP en una providencia dictada en un receso de la vista oral este martes.
Díaz de Mera ha dado los datos de la persona que le informó sobre dicho informe a través de una carta remitida hace una semana al presidente de la Sala de lo Penal. En ella, se excusa por su desobediencia y le manifestaba su decisión de revelar el nombre de su fuente pese a no contar con su consentimiento: "Desgraciadamente, mis esfuerzos no han sido positivos y mi lealtad hacia él, duramente acreditada, no ha sido correspondida como yo esperaba", dice.
El ex director añade "el ruego encarecido" de que la identidad del agente sea "amparada y protegida por el Excelentísimo Tribunal", petición que ha sido aceptada por el mismo, que no la ha dado a conocer a las partes. De hecho, la carta de Díaz de Mera adjuntada por el tribunal en su providencia omite este punto.
'Al comisario no le gustó el contenido'
En la carta al juez, Díaz de Mera detalla lo que sabe de ese informe. Según su relato, el comisario general de Información entonces, Telesforo Rubio, encargó "un informe sobre posibles conexiones entre islamistas y la organización terrorista ETA con referencia al 11-M (...) a un gran conocedor de la lucha antiterrorista", el entonces jefe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI), Domingo Pérez Castaño (el nombre aparece omitido por el tribunal y sustituido por su número profesional en la carta hecha pública). En su texto, dice, "relataba relaciones entre islamistas y ETA y además apuntaba vías de investigación que se debían seguir".
Díaz de Mera afirma que "al señor comisario no le gustó el contenido del informe" y "se lo trasladó a otro funcionario policial", el hoy jefe de la UCI, José Cabanillas, que está citado como testigo en el juicio.
La misteriosa fuente le aseguró a Díaz de Mera que el nuevo encargado del informe "lo manipuló y omitió las referencias a las conexiones y otros aspectos". Finalmente, añade, un hombre y una mujer elaboraron la redacción final del informe que fue incorporado al Sumario del 11-M. De esto último, Díaz de Mera sostiene en su misiva que se enteró tras comparecer en el tribunal, el pasado 27 de marzo.
La llegada de la carta
La carta, firmada el 1 de abril, llegó a la Sala de lo Penal el pasado martes 3 en un sobre cerrado a nombre de Javier Gómez Bermúdez. Lo entregó el abogado de Díaz de Mera. Como el magistrado se encontraba de permiso, la secretaria de la Sala de lo Penal lo guardó en una caja fuerte. El lunes por la mañana, cuando se reanudó el juicio, Gómez Bermúdez lo abrió delante del secretario en funciones de la Sala de lo Penal, quien dio fe.
Este martes por la mañana el tribunal del 11-M integrado por Javier Gómez Bermúdez, Fernando García Nicolás y Alfonso Guevara, ha deliberado y dictado la providencia que ha comunicado a las partes, es decir, los 49 abogados de las acusaciones personadas en la causa y las defensas de los 29 procesados.
El siguiente paso que dará es la redacción de un auto sobre el tipo de protección que se dará a la fuente de Díaz de Mera con objeto de preservar su identidad. Se desconoce cómo procedería el tribunal en el caso de que la fuente de Díaz de Mera estuviera citada como testigo en la larga lista que aún queda.
