Este viernes, cuando se prevé precisamente que el Gobierno español inicie el recurso contra la consulta popular canaria sobre las prospecciones ante el Tribunal Constitucional, el ‘Arctic Sunrise’, buque emblemático de Greenpeace, llega a la isla de Lanzarote para apoyar la lucha contra las prospecciones de Repsol. Permanecerá en el Puerto de Arrecife hasta el próximo lunes, día en que pondrá rumbo a Puerto del Rosario y posteriormente a Gran Canaria.
La organización internacional Greenpeace envía a Canarias uno de sus buques más emblemáticos de la lucha contra la industria petrolera, el ‘Arctic Sunrise’ (‘Amanecer Ártico’). Antiguo pesquero convertido en buque oceanográfico y rompehielos adaptado a travesías árticas, el ‘Arctic Sunrise’ acude ahora al Archipiélago para apoyar la lucha contra las prospecciones de Repsol, visitando Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, según ha adelantado el Cabildo de Lanzarote en nota de prensa.
El ‘Arctic Sunrise’, informa este viernes el Cabildo, prevé alcanzar el Puerto de Arrecife sobre las 18:00 horas. El Cabildo de Lanzarote anima a la población a acompañarlo en el recorrido que hará según llegue por el litoral capitalino, entre la playa de El Reducto y el Centro Insular de Deportes Náuticos, el conocido como Puerto Marina Colón, tal como ya han anunciado que van a hacer particulares y colectivos.
Asimismo, desde la Primera Corporación insular se anima también a la ciudadanía a visitarlo durante las jornadas de puertas abiertas que la ONG organizará en los tres días que permanecerá en Lanzarote, hasta el lunes 27, fecha en que pondrá rumbo a Puerto del Rosario en Fuerteventura, y posteriormente a Gran Canaria.
Este barco ha estado presente en numerosas campañas oceanográficas y de reivindicación contra la industria petrolera y la caza de ballenas, recorriendo los mares de Groenlandia, Alaska, Patagonia, la Amazonia, la Antártida, el Golfo de Guinea, el Mediterráneo, y también el Mar del Norte y el Ártico, donde en septiembre del pasado año fue arrestado por militares rusos por una protesta contra una plataforma de la petrolera rusa Gazprom.
Tras encarcelar a su tripulación durante varios meses, las autoridades rusas retuvieron el buque en el puerto de Múrmansk hasta su devolución a Greenpeace en agosto de 2014, que lo trasladó a Amsterdam para reparar los graves desperfectos que sufrió durante el asalto militar.
