martes. 16.04.2024

La primera instalación museística de Canarias dedicada al queso como temática principal se encuentra ya en marcha, tras el inicio de los trabajos en el Molino de Antigua. El Cabildo de Fuerteventura, que invierte 675.154 euros en la reconversión de este centro en el Museo del Queso de Fuerteventura, estima que la nueva instalación estará finalizada el próximo mes de noviembre.

El Museo del Queso se concibe como un centro que permita a visitantes y residentes profundizar en el conocimiento del producto gastronómico por excelencia de Fuerteventura. Para ello, el centro propone un recorrido eminentemente interactivo a través de la instalación de pantallas táctiles, juegos de conocimiento y otros elementos que implican la participación directa del visitante.

Mario Cabrera, presidente del Cabildo, que recorrió las dependencias del museo en proceso de instalación, valoró "la enorme importancia que supone para la Isla poder contar al fin con un museo dedicado al fruto de la actividad ganadera, una práctica milenaria que se desarrolla en Fuerteventura desde antes de la conquista y que, no sólo ha perdurado hasta nuestros días, sino que se ha convertido en una actividad económica y tradicional identificada como una de las principales señas de identidad de la cultura majorera".

Para poder ofrecer una visión concreta y global de la producción quesera y su significado para la Isla, el museo plantea un recorrido que se divide en tres grandes bloques, dedicados a la Isla de Fuerteventura desde un punto de vista del clima, la orografía, los valores naturales y la formación geológica; la raza de la cabra majorera y la historia y evolución del sector ganadero; y el origen, características y métodos de producción del propio producto.

Además de la mueva instalación interpretativa del centro, la intervención en este espacio que hasta ahora venía funcionando como el centro del Molino de Antigua conlleva una reordenación del propio recinto, habilitando una serie de dependencias para acoger las sedes del Consejo Regulador de la DO del Queso Majorero y de la Asociación de Criadores de la Cabra Majorera, en el interior del centro un punto de venta y degustación de quesos, y una serie de reformas estructurales y la renovación de las zonas ajardinadas en la zona exterior. El Molino de Antigua propiamente dicho, declarado Bien de Interés Cultural, permanecerá tal cual está y será integrado como parte importante de la visita.

El queso majorero en clave económica

El significado del queso majorero es el de un producto tradicional que ha ido evolucionando durante 2.000 años, lo que inevitablemente conlleva una lectura: ha sido rentable para quien lo ha producido. Por ello, la viabilidad del museo se asocia a la posibilidad de relacionar su contenido al sector turístico, favoreciendo la venta del producto de cara a un cliente potencial cifrado en aproximadamente dos millones de turistas al año.

Evolución ganadera

La ganadería es una actividad que ha estado presente en Fuerteventura desde que se conoce su poblamiento, hace aproximadamente entre 2.000 y 2.200 años. Los vestigios arqueológicos de los primeros pobladores están asociados a restos cápridos que han aparecido en los yacimientos de la Isla, lo que demuestra que desde muy temprano estos pobladores, conocidos como el pueblo maho, subsistían en parte gracias a la ganadería. De igual manera, la historia documental recogida en las crónicas de los conquistadores europeos de Fuerteventura (Le Canarien), entre los siglos XIV y XV, hace referencia a la actividad ganadera.

En cuanto a la importancia histórica de la ganadería caprina en Fuerteventura, se entiende por las particularidades de un animal que ofrece un alto rendimiento lácteo y de carne, que es poco exigente con los pastos y con el agua y muy resistente al clima. Además, con el paso de los siglos, los ganaderos majoreros han ido seleccionando los mejores ejemplares en un proceso de evolución genética que ha desembocado en una raza que hoy se encuentra registrada y reconocida como especie propia, y que está hoy en día ampliamente reconocida y extendida por toda Canarias, África y América.

La preponderancia de la ganadería se manifiesta también en la extracción de productos lácteos, tal y como evidencia la gran cantidad de yacimientos aborígenes que han dejado constancia de elementos de cerámica o de cuero utilizados para conservar o elaborar productos como leche mecida, quesos, etc.

Toda esta cultura generada alrededor de la ganadería caprina se ha conservado en Fuerteventura durante generaciones, haciendo evolucionar el queso majorero hacia un producto distinguido por su excelencia y por la calidad de su materia prima, la leche. Además, cada ganadero, cada familia, cada pueblo, dota a sus quesos de un toque particular.

A partir de los años 80 del siglo XX, a raíz de la integración institucional en el Mercado Común Europeo, el sector quesero afrontó un importante proceso de modernización. Sin embargo, y a diferencia de otras regiones en que la producción quesera se concentró en grandes cooperativas o empresas, en Fuerteventura, con el apoyo de las instituciones, se optó por un modelo que siguió el sistema tradicional, dando lugar a las denominadas 'miniqueserías'.

El resultado es una enorme variedad dentro de un mismo producto, el queso majorero, que se produce en pequeñas queserías familiares -o constituidas en forma de pymes- a partir de la leche de cabra obtenida en sus propias granjas ganaderas, y comercializando sus propias marcas.

En la actualidad coexisten en Fuerteventura más de medio centenar de pequeñas marcas de queso que comparten características como la calidad de la leche y la genética de las cabras que la producen. No obstante, gracias a las sutiles diferencias que otorga a sus quesos cada productor, hoy es posible degustar una enorme variedad de sabores y calidades muy singulares dentro de un mismo territorio insular.

El Cabildo de Fuerteventura trabaja en el Museo del Queso para su apertura al público...
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