Fotos: Dory Hernández
El Comité de Empresa de Inalsa calificó como “continuista” e “irreal” el presupuesto de la empresa pública de aguas aprobado este lunes por el Consejo de Administración de la compañía insular. Mientras que el consejero delegado de Inalsa, Mario Pérez, señaló que se trata de unas cuentas “equilibradas y ajustadas a la realidad de la compañía” con un superávit de 131.000 euros, los empleados de Inalsa advirtieron que la política financiera de la empresa sigue siendo “más de lo mismo”.
Según el Comité de Empresa el presupuesto de Inalsa, de unos 30.352.603 euros, se mantiene “a remolque de las subvenciones” que llegan desde la Administración Autonómica y se “olvida” invertir en la modernización de la compañía, tal como se recomendaba en el informe Estévez. “Aunque se nos dijo que el presupuesto de Inalsa no dependería de las ayudas externas, vemos que se siguen basando en las subvenciones para salir adelante”, señaló el portavoz de los trabajadores Manuel Plasencia.
Asimismo, Plasencia indicó que “falta mucho” para alcanzar la recuperación económica de la empresa “que ellos prometen”-en referencia a los dirigentes de la empresa- ya que ésta dependerá no sólo de la agilidad con que se modernice determinados departamentos sino de la “capacidad de saneamiento de las arcas de la compañía”. Y es que, tal y como detalló el portavoz de los trabajadores, “las cuentas parten con un déficit en la tasa de saneamiento que no se ha mencionado”.
En cuanto al capítulo de personal, los empleados de la compañía han querido dejar claro que el 36,91 por ciento destinado a cubrir los gastos de la plantilla no sólo se recogen los salarios de los trabajadores sino que además “se incluyen pagos a la seguridad social, IRPF, pensiones... No es todo de los suelos”, puntualizó Plasencia.
En cuanto al recorte del consumo energético, que ha descendido de un 5,08 a un 4,95 por ciento, a pesar de haber incrementado la producción de agua en un 1,1 por ciento, los empleados consideran que sigue suponiendo “una pesada losa” para la compañía. En este sentido, los trabajadores reclamaron un mayor y mejor uso de las energías limpias “tan abundantes en la Isla”. “No es posible que teniendo un parque eólico en Lanzarote no se aproveche para reducir el gasto energético”. De este modo se podría evitar para los empleados un “coste muy alto” y se “invertiría realmente en mejorar el medioambiente”.
