jueves. 28.03.2024

La Unión Europea publicó este martes en su Diario Oficial, la inscripción definitiva en el registro comunitario de la Indicación Geográfica Protegida "Gofio Canario", lo que se traduce en reconocimiento y protección para este característico producto isleño.

Este distintivo, informa el Gobierno canario, solicitado por los productores y tramitado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, supone que sólo la producción del Archipiélago, obtenida bajo los controles y certificación requeridos podrá comercializarse aludiendo a Las Islas, evitando así la competencia desleal. Además de los vinos y los quesos bajo Denominación de Origen Protegida, disfrutan de este marchamo de calidad, las Papas Antiguas, el Plátano de Canarias, la Miel de Tenerife y el Ronmiel.

El consejero de Agricultura, Juan Ramón Hernández, expresó su satisfacción por este logro e indicó que el registro europeo de la IGP Gofio canario se traduce en un reconocimiento a un producto canario de calidad indiscutible que beneficia a los operadores debido a que éstos pueden beneficiarse de la protección y de las acciones que tiene prevista la normativa europea para alimentos de calidad diferenciada.

Se trata de un paso de gran importancia para el sector en el que se ha venido trabajando desde hace varios años. La solicitud inicial fue presentada por la Asociación de Productores de Gofio de Canarias ante el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) en enero de 2011. Este organismo autónomo procedió a la elaboración de la documentación que se presentó ante el entonces Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, para la concesión de la protección nacional transitoria, de la que disfruta desde abril de 2012.

Esta colaboración, junto al buen hacer y el trabajo del subsector para ofrecer un producto de calidad y único, ha hecho posible la obtención de este distintivo que permite distinguir la singularidad de esta producción.

El Gofio es un producto originario de Canarias que constituye el alimento más tradicional de las Islas y un referente de identidad, cuyas prácticas de elaboración conservan la esencia de las técnicas tradicionales utilizadas por los aborígenes canarios.

Pese a la incorporación de sistemas mecánicos mínimos para la realización de algunas de las fases del proceso de elaboración, como la limpieza y la molturación de cereal, se siguen conservando gracias a la experiencia del maestro molinero, tanto el fundamento del tostado como del molido, procedimientos que le aportan una particular autenticidad a la vista, olfato y al tacto. Así, en muchas industrias, se han desarrollado fórmulas para obtener los mejores gofios desde el punto de vista organoléptico, partiendo de recetas antiguas trasmitidas de padres a hijos.

Según un estudio realizado por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) sobre usos y actitudes de la población canaria hacia el gofio, éste es visto por la población de las Islas como un "producto de toda la vida", con el que se han criado muchos de los encuestados, que evoca recuerdos de la infancia y que se consume principalmente mezclado con leche.

Cabe destacar su elevada presencia en los hogares canarios donde tiene mayor protagonismo que otros competidores como el café soluble, los cereales de desayuno o el cacao en polvo. Los motivos que aducen los entrevistados para su consumo hacen referencia a su gusto/sabor y la costumbre/tradición.

Todas estas cuestiones demuestran que el gofio está ligado no sólo a la historia del Canarias, si no también a su geografía y población, siendo, sin ninguna duda, una seña de identidad del Archipiélago.

En el pliego de condiciones de esta IGP se indica que el gofio canario “es el producto obtenido en el archipiélago canario resultante de la molturación de cereales tostados con o sin adición de sal marinas” y se puntualiza que “puede ir complementado con leguminosas a las que se les somete al mismo tratamiento que a los cereales”.

En dicho documento se definen también las características físicas, organolépticas y químicas del mismo y se determinan los elementos que prueban que este producto es originario de Canarias, así como las fases del proceso de elaboración, entre las que se encuentras la limpieza de los cereales, el tueste y enfriamiento, la molturación, y, finalmente, el envasado.

"Conscientes de las cualidades y las excelencias de nuestras productos agroalimentarios, desde el Gobierno de Canarias nos hemos propuesto que el mayor número de producciones agrarias de las Islas obtengan sellos de calidad europeos, distintivos de los que disfrutan ya nuestros vinos y quesos- los cuales cuentan con 11 Denominaciones de Origen Protegidas y 3 respectivamente-, y hemos centrado nuestros esfuerzos en productos como el plátano, las papas, el gofio, la miel, la cochinilla, o la sal marina obtenida de las salinas de las Islas", señaló el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Juan Ramón Hernández.

El Gofio canario logra definitivamente el sello de calidad europeo
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