viernes. 19.04.2024

Por Andrés Chaves

1.- Se han cargado a Bernardo Schuster . Era lógico. No se puede dar por perdido un partido antes de disputarlo, siendo entrenador del Real Madrid. El Real es una caricatura de equipo, juega sin sistema. Los rivales entran en su área como Pedro por su casa y Casillas ya no es santo; a lo sumo, beato. Sufre el meta de lo mismo que los ciclistas, aunque en la bici la cosa se llama "pájara" y en el fútbol algo así como una especie de mamadera. El otro día, contra el Sevilla, vi bailar la sardana a Casillas, en el área chica, mientras los defensas y los delanteros disputaban un balón aéreo. La sardana se va a bailar esta semana en el Nou Camp, sobre todo si el Madrid viaja a Barcelona hecho un guiñapo. Ahora viene Juande Ramos , que en el Tottenham hacía adelgazar cinco y seis kilos a los futbolistas por medio de un dietista. Cada entrenador tiene su manía; la de Schuster era ser demasiado alemán.

2.- El Madrid bajó a la tierra cuando murió Franco . Si don Santiago Bernabéu levantara la cabeza y viera que su club tuvo cuatro presidentes en seis meses -o algo así-, se mete de nuevo en el panteón, junto a doña María y la barca. Para colmo, el jugador que más se parece en todo al mítico Paco Gento -Robben , un extremo extraordinario- va y se trabuca con el árbitro sevillista del otro día y lo sancionan. Yo nunca había visto a un juez castigar con tanta saña a un equipo -el Madrid- y cometer tantos errores a favor del rival. En mi vida. Pero el Madrid siempre ganaba, con trencillas o sin ellos. Y ahora no; ahora lo humillan equipos tipo Recre y eso. Juande Ramos viene con una historia agridulce; catapultó al Sevilla hacia las estrellas, pero metió en un pozo al Tottenham. Para él entrenar al Madrid es un punto, pero en época de crisis el Real siempre tira de mediocres, tipo Benito Floro .

3.- ¿Y Calderón? Se empeñó en fichar poco y mal -tipo Van der Vaart -. Se le ha ido Michel , que es un incordio, como responsable de la cantera. Salen pocos jugadores porque no ofrecen oportunidades a los chicos. En el Madrid no es posible tener paciencia porque el equipo se alimenta de títulos, no de la carne fresca de las categorías inferiores. Hacen falta estrellas que brillen en el Santiago Bernabéu y hagan malabarismos que contenten a los ultrasur y a los japoneses de paso por la capital. El Madrid sí que es algo más que un club; es un espectáculo que no es real, sino irreal, y que se parece más al Circo del Sol que a un equipo de fútbol. El Madrid debería actuar siempre fuera de concurso, como la Ni Fu-Ni Fa.

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El Madrid
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