La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado por estafa a José Prado Gay, administrador de Construcciones Marlape, una de las empresas que edificó el Edificio Siglo XXI en Arrecife, a una pena de un año y medio de cárcel y a indemnizar a la inmobiliaria Masar Canarias con más 1.245.371,45 euros.
Contra la sentencia, dada a conocer por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) este mismo martes, cae aún interponer recurso de casación en el plazo de cinco días.
Según establece la Audiencia de Las Palmas como probado, fue en marzo de 2003 cuando el ahora condenado firmó un contrato de ejecución de obra con inmobiliaria Masar Canarias para construir el Edificio Siglo XXI. Sin embargo, durante la ejecución del proyecto, y para que la empresa de José Prado "pudiera hacer frente a las deudas que tenía con terceros, se le habían abonado cantidades por certificaciones de obras que excedían el volumen realmente ejecutado".
En febrero de 2009, el condenado, como administrador de Construcciones Marlape, y para satisfacer a inmobiliaria Masar Canarias el millón y medio de euros, aproximadamente, que le debía, firmó un contrato en virtud del cual le daba en pago de dicha deuda un solar de su propiedad en Antigua (Fuerteventura), asegurando que estaba “libre de cargas y gravámenes”.
"El propio acusado admite que fue él quien, actuando en nombre y representación de Construcciones Marlape, en el año 2003, concertó con Inmobiliaria Masar Canarias la construcción de un edificio en la isla de Lanzarote admitiendo, también, que firmó el 25 de febrero de 2009, el contrato, documento en el que se refleja que siendo Construcciones Marlape, como consecuencia de haber recibido pagos por obra certificada superiores a la realmente ejecutada, deudora respecto de Masar Canarias en un importe aproximado de un millón y medio de euro, para satisfacer la misma procedía a dar en pago, libre de cargas y gravámenes, un solar de su propiedad sito en el municipio de Antigua, Fuerteventura", estima la sentencia
Posteriormente, "es el propio acusado el que admite que, posteriormente, ya en el mes de mayo de 2009, constituyó una hipoteca, por importe de un 1.250.000 euros sobre el referido solar en virtud de contrato suscrito con la mercantil Caja Insular de Ahorro de Canarias, hipoteca que se inscribió en el registro de la propiedad ignorando el destino final de la finca". La sentencia especifica que "el préstamo no consta que haya sido abonado a la entidad financiera que lo concedió".
Más tarde, en mayo de 2010, el ahora condenado vendió su participación en Construcciones Marlape a cambio “de un euro”, por lo que Masar Canarias, que ejerció la acusación particular en el procedimiento, también le acusó de un delito de insolvencia punible, que ahora ha rechazado la Audiencia Provincial.
