jueves. 25.04.2024

Por Ramón Pérez Hernández

Inexplicable la sinrazón del intento de privatizar el “Ciclo PUBLICO Integral del Agua de Lanzarote” (frente a la necesaria y forzosa explotación pública, por tratarse de fabricación de agua, esencial para la Lanzarote árida que todos conocemos y en la que ver llover es un milagro y que por ello los acuíferos brillan por su ausencia).

Efectivamente, desde principios del 2.000 iniciaron la campaña, “alertando al pueblo” de que en la zona turística de Yaiza faltaba agua, y con ese cuento de caperucita, los “súper” de INALSA autorizaron el dislate con la UTE (despreciando la Desaladora regalada a Lanzarote por el Estado en el Plan Hidrológico Nacional del año 2.000) e incluyeron en el Contrato firmado a la UTE, entre otras lindezas, que ésta se encargaría de gestionar proyectos, licencias y autorizaciones para montar la Desaladora y que el pago, si la UTE cumplía, se realizaría con agua “fabricada” por ésta, que al final resultó un cuento “chino”, pues ni hizo falta agua hasta muchos años después, cuando los relevantes operarios de INALSA, (casi los mejores del mundo en experiencia y capacidad desaladora) utilizando chatarra y cuatro perras, montaron una planta de 3.000m3 día, que reforzó la capacidad de producción para Playa Blanca hasta hoy. El pago a la UTE, reitero, era compensarle con la compra de agua, pero ¡ojo! soportando INALSA los salarios y la energía, e incluso las probables pérdidas de agua en la red de distribución (que las estadísticas cifran sobre un 30%)): ¡vaya chollo!. Encima, como una broma pesada, los regentes de INALSA, ilícitamente (no tienen competencias para ello) autorizaron a la UTE a desalar el agua que INALSA se obligó comprarles. Evidente que esos amaños no son propios de una Empresa Publica. En esas fechas comenté públicamente la ligereza… de los regentes de Inalsa (en TV, Radio y Prensa) y dirigí escrito al Presidente, explicándole las variadas formulas bancarias (que los Bancos/Cajas ofrecían a tutiplé y a tipos de interés de risa) para financiar la Planta Desaladora destinada gratis, repito, por el Estado para Janubio-Lanzarote, hasta que el Plan Hidrológico librara las correspondientes partidas, divididas en tres años. No se si a ustedes, pero a mi el Presidente ni múúú…

Es público y notorio que la UTE no logró permiso para ejecutar la obra. Pues bien, sorprendentemente, el árbitro dictador del incongruente LAUDO cargó contra INALSA castigándola con la obligación de “resarcir” a la UTE más de nueve millones de euros. Ese supuesto abuso de derecho, esa intentona de presunto escamoteo al futuro esencial del activo hidráulico insular, se hubiera resuelto, sin exigir indemnizaciones a INALSA, si se hubiera encomendado a la justicia ordinaria la solución de cualquier situación discrepante del Contrato, en lugar de incluir en la cláusula 29 del Contrato el infundado pacto de arbitraje que, posteriormente, generó el confuso LAUDO, inconcebible en una Empresa Pública, a la que le sobran abogados para defender sus derechos ante los Tribunales de Justicia. Tal incomprensible escenario es probable que se pueda contrarrestar considerando: 1º, que el Estado nos regaló una Desaladora para Janubio de 10.000 m3/día, antes de la firma del pernicioso Contrato con la UTE. 2º, que el Contrato firmado por INALSA por tal motivo no procede. 3º, que lo que afirma la UTE de que edificó una nave por cuenta de INALSA en Janubio, es inveraz. 4º, que no procede que la UTE cobre una obra no ejecutada. 5º, que el Consejo Consultivo de Canarias dictaminó la nulidad del Concurso adjudicado por INALSA a la UTE y por tanto el contrato es nulo de pleno derecho y, 6º, que la presunta arbitrariedad impuesta a INALSA por el enmarañado e injustificado LAUDO, es básico rechazarla con brío ciudadano y determinación jurídica.

¡El ciclo integral del agua es nuestro! (II)
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