sábado. 20.04.2024

Este sábado se constituirán oficialmente todas las corporaciones locales de la Isla, léase ayuntamientos, para iniciar un nuevo mandato, que pretende dar estabilidad a las instituciones lanzaroteñas, algo inusual en las mismas si tenemos en cuenta lo ocurrido en la última legislatura, y sobre todo sanearlas económicamente para sacarlas del aislamiento en el que en estos momentos se encuentran en comparación con otras instituciones de Canarias. El Cabildo tiene de plazo hasta el próximo 22 de junio, día en que ya ha sido convocada la sesión plenaria, para celebrar su primer pleno tras las elecciones locales y autonómicas, mientras que el próximo presidente del Gobierno de Canarias, que sustituirá al nacionalista Adán Martín, dispone de dos meses tras los comicios electorales para ser investido.

Efectivamente, 20 días después de las elecciones se conforman por ley los nuevos plenos de los siete consistorios de la Isla, que en esta legislatura se caracterizarán por la supremacía de los pactos de gobierno PSC-PIL en cuatro ayuntamientos: Arrecife, San Bartolomé, Tías y Teguise y en el Cabildo, la vuelta a la mayoría absoluta de CC en Haría y Tinajo y la incógnita en Yaiza, donde el PNL volvió a ser el partido más votado aunque necesitará de un pacto para gobernar con tranquilidad. El propio alcalde aclaraba días pasados que después del pleno de constitución hay 30 días para conformar gobierno y es posible que en ese momento se pueda alcanzar ese acuerdo tan difícil hasta el momento debido a las duras críticas que se vertieron al gobierno de José Francisco Reyes, adquiriéndose incluso compromisos de no pactar ‘jamás' con el alcalde, tanto por parte del PIL como por CC en la pasada campaña electoral.

Hoy sábado, pues, a las 11.00 horas de la mañana se crearán en los distintos ayuntamientos las mesas de edad, donde el concejal más joven y el concejal de mayor edad presidirán este acto formal. Inmediatamente después, los distintos ediles tomarán posesión de sus actas y votarán al alcalde en un proceso de elección indirecta. Con los pactos preestablecidos ya se conoce con antelación que el socialista Enrique Pérez Parrilla será alcalde de Arrecife, Marcial Martín, el de San Bartolomé, José Juan Cruz Saavedra volverá a ser el alcalde de Tías, esta vez sin mayoría absoluta, y sólo un municipio con este pacto contará con un primer edil insularista, Teguise, donde José Dimas Martín le arrebatará el sillón consistorial al antaño pilista Juan Pedro Hernández.

Nada hace pensar que en dichos ayuntamientos vaya a pasar nada extraño. Sabemos ya, porque los actores nos lo han confirmado por activa y por pasiva, que el acuerdo de gobernabilidad entre el PSC y el PIL está basado en tres pilares fundamentales. El primero de ellos es la paralización inmediata del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Arrecife, que tal como anunció el próximo alcalde capitalino, Enrique Pérez Parrilla, no se podrá hacer sino en el tercer pleno que se celebre, ya que el primero es de constitución de la corporación única y exclusivamente y el segundo de reparto de áreas de gobierno.

El tercer pleno podría abordar entonces este asunto que ha sido el tema central de las elecciones y el gran acicate de María Isabel Déniz. Un plan que de momento se paralizará, tal y como ha solicitado la mayoría de la población con sus votos y a lo que se han comprometido tanto el PSC como el PIL durante la pasada campaña electoral, y luego se verá si solamente será necesario suspender la aprobación inicial o habrá que remontarse más atrás, es decir lo que jurídicamente sea más correcto y menos problemas cause al propio Ayuntamiento. Enrique Pérez manifestaba hace unos días que en el PGOU había un trabajo técnico “que seguramente será aprovechable”. Esperemos que sea así y que no se tengan que volver a gastar millones de euros en un segundo trabajo técnico que dilate aún más la aprobación definitiva de ese Plan General.

Nadie duda de que la paralización inmediata del PGOU de Arrecife es una consecuencia lógica de las últimas elecciones y del compromiso de los distintos partidos, cuyos discursos estuvieron centrados en su mayor parte en ese Plan General y en los efectos que podría tener para la ciudad de Arrecife. Pero es importante tener claro que este asunto no se debe aparcar ahora, ya que Arrecife requiere de un plan general que se encargue del diseño de una nueva ciudad y de solventar los innumerables problemas con los que nos encontramos hoy en día en la capital. Una ciudad que ha crecido por encima de la media pero en la que no se han aplicado esas medidas tan necesarias para paliar los efectos negativos de esa ‘superpoblación' (tráfico, educación, vivienda, sanidad...).

Es cierto que para conseguir eso se precisa de la colaboración del Gobierno de Canarias, de la que también hemos escaseado en los últimos cuatro años, pero para ello también es fundamental planificar la ciudad y ceder los solares necesarios para que el Ejecutivo canario comience las obras de ese Palacio de Congresos tan necesario para nuestra ciudad, la ciudad universitaria, los centros de salud previstos, los centros socioculturales, centros educativos y, sobre todo, viviendas de protección oficial que ayuden a todas esas familias necesitadas que no pueden tener acceso al mercado privado a tener su propia vivienda.

El segundo punto del acuerdo PSC-PIL establecía un pacto “compacto”, es decir, un compromiso serio por ambos lados para evitar la inestabilidad. “Queremos sacar la Isla adelante y eso sólo se consigue con un grupo cohesionado. No se pueden primar intereses de partido”, han señalado alguno de sus representantes. Confiemos en que sea así y no tengamos que vernos con situaciones pasadas en las que el desgobierno y los intereses partidistas estaban por encima de las corporaciones. La población ha confiado en un cambio de gobierno para la mayoría de las instituciones lanzaroteñas, además al PIL y al PSC se les ‘llena la boca' hablando de esa apuesta de la población, y por ello los representantes de los partidos que han protagonizado ese cambio deben ahora demostrarle a la población que no se equivocaron y que los capítulos pasados quedaron exactamente ahí, en el pasado, como parte de la historia negra de Lanzarote.

Es preciso asimismo el saneamiento económico de las instituciones, tercer punto importante de este acuerdo, como medida “imprescindible” para hacer cumplir el programa de gobierno, ya que Lanzarote necesita actuaciones que la lleven a la modernidad de la Isla para que ésta salga del ostracismo en el que ha estado inmersa en los últimos años por falta de iniciativa y de coraje de los políticos que han gobernado las instituciones. Si es necesario hay que plantarle cara al Gobierno de Canarias y traer para Lanzarote lo que le corresponde en igualdad de condiciones con otras islas pensando siempre en la isla y no en los partidos, porque al fin y al cabo todos y cada uno de los parlamentarios elegidos representan a Lanzarote y los lanzaroteños los han colocado ahí para que velen por sus intereses y no por los del partido.

En el resto de los ayuntamientos, Haría y Tinajo, gobernados por los nacionalistas, parece que tampoco habrán sorpresas. Aunque se ha hablado mucho durante estos días de la posibilidad de que haya un ‘garbanzo negro' en Haría que haga tambalear la alcaldía de José Torres, a pocas horas de la constitución oficial del pleno municipal esa parece una posibilidad remota. En todo caso sería un error político y un paso atrás iniciar la legislatura con algún transfuguismo o supuesta compra de voluntades. Confiemos en que esto no sea así.

El primer pleno del Cabildo será como dijimos anteriormente el próximo viernes 22 de junio. La socialista Manuela Armas se alzará con la presidencia del Cabildo y la vicepresidencia irá a parar al insularista Fabián Martín. Al Cabildo le corresponde aprobar el famoso Plan Territorial, la modificación del PIOL, el Plan de Ocio y en general todos aquellos temas del territorio que quedaron pendiente en la anterior legislatura por el ‘tira y afloja' constante entre nacionalistas y socialistas que acabó con la ruptura del pacto de gobierno.

También hay que seguir mejorando la gestión de los CACT y del turismo en general. Pedro San Ginés, por cierto uno de los pocos políticos que ha hecho una gestión digna de reconocer en los Centros Turísticos a pesar de las polémicas en las que se vio envuelto por la falta de entendimiento con los trabajadores, decía el otro día en una entrevista que el turismo tenía que ser materia de Estado para la Isla y así debe ser. Lanzarote está perdiendo un buen número de turistas extranjeros y eso no lo podemos obviar en una Isla que vive en un 90% del turismo. Es necesario por tanto desarrollar ese Plan de Ocio que dé una alternativa a esas personas que nos visitan y que buscan algo más que sol y playa pero sin pensar en la construcción de más camas turísticas.

Otro de los asuntos polémicos de final de legislatura y que corresponde solucionar a la Primera Institución de la Isla es la carretera de Tahíche que ahora dice el PIL que va a parar. Esperemos que esto se haga con mesura y pensando muy bien en los pros y contras de dicha vía, porque lo que está claro es que hay que mejorar esa carretera y que disponemos del dinero para ello. La red viaria de Lanzarote se tiene que modernizar para mejorar la circulación y el acceso a la capital de la Isla, que a su vez se tiene que dotar con urgencia de un plan de tráfico que regule el caos que actualmente existe en Arrecife en materia de tráfico.

El presidente del Gobierno de Canarias que sustituirá al actual presidente del Gobierno en funciones tiene hasta el próximo 27 de julio para ser investido. En estos momentos el pacto de gobierno autonómico oscila entre un acuerdo entre nacionalistas y conservadores (CC-PP) o un remoto pacto entre socialistas y populares (PSC-PP), después de que los nacionalistas hayan decidido romper cualquier tipo de relación con el PSC.

En definitiva, las esperanzas de la población están plasmadas en todos y cada uno de esos grupos políticos que a partir de hoy comienzan a llevar las riendas de los gobiernos municipales, el denominado mandato del cambio. Esperemos que esto sea así y que se gobierne con cabeza teniendo siempre presente que Lanzarote necesita una cierta estabilidad que le ayude a progresar en todos los aspectos.

El mandato del cambio
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