sábado. 20.04.2024

1.- Me hace gracia cuando alguien me dice -yo mismo he caído en la tentación, en ocasiones-: "Los periódicos están que no dicen nada". No es cierto. Fíjense si dicen que han dejado con el culo al aire al mismísimo honorable Jordi Pujol , al que acaban de joder los poderes del Estado: el CNI, Hacienda, la Policía, la Guardia Civil, la banca andorrana y la madre que los parió. Es decir que no era tan honorable el hombre. No se puede estar predicando la honestidad sin ser honesto. Además, los Pujol han caído en el momento justo, cuando Artur Mas se da cuenta de lo que se le puede venir encima. Así que se ate los machos y que dé marcha atrás, antes de que Hacienda, etc -y la madre que las parió- caigan sobre él también. Y, no lo duden, el que busca siempre encuentra. Los poderes del Estado son terribles. Si Pujol no había encontrado el momento de regularizar la presunta herencia de papá, el Estado, que sabía todo lo de él, encontró el momento justo para darlo a conocer. Porque la ficha financiera de Pujol la tenía el Gobierno o yo me dejo cortar un cataplín.

2.- Luego el nivelito no ha bajado, lo que ocurre es que la información es preciso dosificarla al máximo en verano, no publicarla toda de golpe y que se gaste. Y luego Pujol tendrá que pagar multas, recargos, etcétera, al menos de cuatro años para acá, que es lo que está vigente, al margen de que haya podido cometer delito. A mí me da más que el choriceo viene de sus hijos y que él se ha auto inmolado para salvar sus culos. Porque Pujol ya tiene más de 80 años y no irá al talego. Ni su esposa, Marta Ferrusola , tampoco. Pero sería triste acabar así.

3.- Pero qué triste -y qué casualidad- que lo de don Jordi se haya sabido en fecha tan señalada: las vísperas de la entrevista Rajoy -Mas, unos días antes de agosto y en los prolegómenos de la consulta catalana. Hay muchas casualidades en este tipo de noticias y la principal es su cercanía a la consulta de noviembre. No se olviden nunca de lo que siempre repito: que este es el país de Rinconete y Cortadillo. Nadie puede cambiar su idiosincrasia ni sus esencias más arraigadas. Esta sigue siendo la España negra, la España del tranque y del trinque, la España del toco-mocho y de la picaresca universal. Así que lo de Pujol es otro episodio bufo más de la vida nacional, usado con fines de varapalo a la nación catalana. Amén.

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El nivelito ha bajado
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