viernes. 29.03.2024
Neftalí Acosta, presidente de la Asociación de Empresarios de Lanzarote

“En Lanzarote hemos vendido muy bien la marca de la imagen y por eso tenemos que ser muy cuidadosos con la construcción de la Isla”

“En la sociedad hay una percepción equivocada del sector. Sí es verdad que lo primero que puede parecer es que como intervenimos el paisaje de manera directa somos el principal objetivo a atacar, pero nosotros, los constructores, nos atenemos a la legalidad, no somos depredadores del territorio”

El recién elegido presidente de la Asociación de Empresarios de Lanzarote, Neftalí Acosta, cree que más que una crisis del sector, en Lanzarote se está produciendo una desaceleración de la construcción que “incluso deseábamos que llegara”. Acosta explica sus palabras diciendo que cuando hay un “boom aparecen muchos aprovechados y oportunistas que lo que hacen es perjudicar el mercado”. El presidente de los empresarios de la construcción insiste, no obstante, en que hay de todo, “hay gente que se ha aprovechado más y otros que han podido escapar de la mejor manera posible, pero nosotros deseábamos ya que hubiera este pequeño retroceso para ir depurando, para ir quitando aquellos garbanzos negros y que se queden los profesionales del sector, la gente seria y responsable”.

-¿Cuándo fue elegido presidente de los empresarios de la construcción de Lanzarote?

-El lunes, el jueves pasado, el día 21, fue la asamblea electoral en la Asociación de Empresarios de la Construcción de Lanzarote y fui nombrado presidente de la Asociación con el apoyo unánime de todos los asistentes.

-¿Unánime? Eso ya no se usa y menos en política.

-Por lo menos la Asociación de Empresarios de la Construcción está bastante unida, por lo pronto hay consenso.

-Al parecer ustedes coinciden con el informe de Greenpeace donde se dice que hay que frenar la construcción en Lanzarote, además de condenar los abusos urbanísticos denunciados por los ecologistas.

-Coincidimos no con Greenpeace, si lo dice otra persona también coincidiríamos, coincidimos en el sentido de que en Lanzarote, pero no sólo en Lanzarote, sino en Canarias y en España, ha habido un ritmo muy fuerte de construcción sobre todo en el litoral. Y Canarias, al ser un archipiélago, más. Coincidimos en que este ritmo frenético de construcción trae malas consecuencias en todos los ámbitos y evidentemente en Lanzarote, que es una isla que vive del turismo, pues todo aquello que afecte al paisaje, porque la construcción le afecta y todas estas intervenciones en el litoral afean o hacen que el paisaje de la Isla cambie. Nosotros en Lanzarote creemos que hemos vendido muy bien la marca de la imagen y entonces tenemos que ser muy cuidadosos en cómo vamos construyendo la isla en ese sentido, qué imagen le vamos dando.

-Pero dicen que los constructores son los grandes depredadores del paisaje.

-Nosotros no lo decimos. Yo creo que es una percepción equivocada de la sociedad. Sí es verdad que lo primero que puede parecer es que como intervenimos el paisaje de manera directa, pues somos el principal objetivo a atacar, pero nosotros, los constructores, nos atenemos a la legalidad, bueno, los hay que no, pero como en todos los sectores, pero nosotros nos metemos dentro de la normativa y no somos quienes aprobamos la normativa. Es decir, si las instituciones lo permiten, nosotros evidentemente nos tenemos que ganar el pan de alguna manera. Depredadores del territorio no lo somos, somos simples ejecutantes de las normativas.

-Sin embargo, a ustedes se le acusa de ser personas excesivamente especulativas.

-Yo creo, y repito, que es una percepción equivocada. Yo creo que si. Algunos nos han podido meter en ese saco, pero repito todo empresario necesita salir adelante. Todo empresario tiene una responsabilidad con sus empleados, con su patrimonio y evidentemente se tiene que buscar las castañas del fuego y si alguien te permite construir, evidentemente lo hace, siempre dentro de la legalidad. La construcción no es un sector que esté fuera de la legalidad, entonces se tiene que atener a ella, pero hay garbanzos negros, por supuesto, hay ovejas negras pero como las hay en cualquier sector.

-¿El conjunto es sano?

-El conjunto es sano y desde la Asociación de Empresarios de la Construcción luchamos para que ese conjunto sea lo más sano posible y que esa percepción que tiene la sociedad cambie porque si conocieran los entresijos, si conocieran el interior de este mundo, verían que estamos bastante vigilados no sólo jurídicamente, sino laboralmente. Somos el sector más vigilado en cuanto a inspecciones laborales, que estamos de acuerdo en que así se haga porque siempre es bueno que haya un control, pero igual deberían de vigilar o controlar a aquellos que no están dentro de la legalidad, que bastantes hay.

-Desde aquí siempre hemos sido críticos con esa competencia desleal.

-Si, el intrusismo con lo que hay que luchar.

-¿Hay mucho intrusismo en la construcción?

-Sí, el ritmo frenético de construcción en esta isla, el boom turístico que hemos vivido desde hace 35 años con sus altos y bajos, sobre todo en los últimos siete u ocho años, donde no hemos dejado de crecer, y en cualquier ámbito de la sociedad cuando hay una oportunidad de negocio siempre aparecen los oportunistas y en la construcción no iba a ser menos. Y si, ha habido mucho constructor que tiene su oficina en el teléfono móvil y esos muchos, no todos pero algunos, son los que han mantenido o alimentado esa percepción de que el constructor es el ogro de esta sociedad. Pero garbanzos negros los hay en todos los ámbitos, el intrusismo, como usted bien decía, existe en todos lados.

-Si, aunque parece que la construcción de lleva la palma, quizás porque es una actividad mayor.

-En Canarias en general el sector de la construcción está en segundo lugar, después del turismo. Representa aproximadamente, según los últimos datos que tenemos, un 30% de aportación al PIB y entonces se ve, es más fácil de detectar.

-En los últimos tiempos se viene hablando de una crisis en el turismo, ¿también se produce en la construcción?

-En la construcción no le queremos llamar crisis. Sí es verdad que hay una desaceleración del ritmo de construcción...

-Eso no es malo, a veces.

-Sí, de hecho todos estábamos esperando que viniera e incluso yo creo que deseando que cuando antes, mejor porque como le decía antes cuando hay un boom aparecen muchos aprovechados y oportunistas que lo que hacen es perjudicar el mercado. Ese ritmo frenético de construcción ha hecho que haya mucha vivienda residencial, el mercado, la verdad que estamos a unos precios que a muchos les parece exagerados...

-Más que exagerados, diríamos escandalosos.

-Igual deberían conocer un poco los números que manejamos nosotros. Que hay de todo, evidentemente. Hay gente que se ha aprovechado más, otros que han podido escapar de la mejor manera posible, pero nosotros deseábamos ya que hubiera este pequeño retroceso para ir depurando, para ir quitando aquellos garbanzos negros y que se queden los profesionales del sector, la gente seria y responsable.

“En Lanzarote hemos vendido muy bien la marca de la imagen y por eso tenemos que ser...
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