sábado. 20.04.2024

Por Guadalupe Toledo Hernández

Sé que tus amigos te llaman Tomy, Tomás, pero yo te seguiré llamando Tomasito toda la vida. Quiero decirte que nos dejaste un vacío tan grande como grande es tu corazón.

Qué pena que no tuviste una segunda oportunidad, lo merecías, por tu juventud, por Georgina, por tus padres, por Luisa, por Ginés, y por todos los que te conocemos y te queremos.

En el recordatorio nos dices que no lloremos por ti, porque para nosotros no has muerto. Claro que no has muerto. Es más, vivirás eternamente. Pero Tomasito, sabes que no podemos evitar llorar por ti. Intentamos no hacerlo, pero el dolor es muy grande, el hueco es muy profundo y nuestro dolor se une al desconsuelo de tus padres, que están completamente destrozados. No es que encontremos palabras de consuelo, es que no las hay.

Tomasito, ya habrás conocido a tu abuela Luisa. Dicen que era una mujer muy buena. Ella te cuidará y te enseñará a velar por nosotros para poder llevar este sufrimiento hasta que nos encontremos contigo de nuevo.

Me imagino el disgusto que se habrá llevado la abuela Arabia cuando te vio llegar, conociéndola se enfadaría mucho, porque ese no es el lugar para un joven de 19 años, aunque a pesar de su enfado te cuidará como cuando eras pequeño.

Tu abuelo Tomás está perdiendo esa simpatía que tiene y yo creo que es porque no se resigna a vivir sin ti.

A papá Pancho seguro que le hubiera encantado estar en tu lugar, así estaría ya junto a abuela, que es lo que el desea, pero el destino quiso que tú te adelantaras.

Ginés y Luisa están descolocados, les está costando mucho adaptarse a vivir sin tu presencia. Tu primo Juan Ángel no tiene consuelo. Contigo se le fue un trocito de su corazón.

Tomasito, tu padre está sufriendo demasiado. Tú sabes como trabajaba y con qué ilusión iba a La Vega, pero ahora no quiere ir. Pero no te preocupes, que con la ayuda de familiares y amigos volverá otra vez. Tus tíos y primos simplemente lo llevamos, que ya es mucho, es una cruz muy pesada.

Los últimos momentos estuviste rodeado de mucha gente que te quiere mucho. Tuve la oportunidad de tratar mejor a Georgina y a su familia. Qué gente más buena y cariñosa. Te quieren con locura. Tampoco hay consuelo para ellos. Mándales mucho cariño, a todos, pero más al padre.

Tienes que estar muy orgulloso de la madre que tienes. No sabes la fortaleza que nos transmite, habla ratos y ratos de ti. Nosotros la escuchamos y la admiramos, es muy dura, aunque en la intimidad me da que se derrumba, pues le cuesta mucho conciliar el sueño, pero no te preocupes, que nosotros cuidamos de ella.

Tomasito, qué novia más bonita tienes, habla de ti con mucha dulzura, con tanto cariño y tanto amor que debes quererla mucho y sentirte muy orgulloso de ella porque se portó como una gran mujer a pesar de su edad.

Le dices a abuela que Francisco la sustituyó por ti en la pantalla del ordenador. Él dice que ella no se enfada por eso.

¡Qué guapo estás! ¡Estás vivo! Tu sonrisa es vida.

Tomasito, esta carta va dirigida a todas las personas del mundo para que te conozcan, y sepan lo bueno, lo cariñoso, lo responsable y lo grande que eres.

Tomasito, mi niño, un beso y un abrazo. No te olvidaré mientras viva.

Tu tía Lupe

Quiero dar el pésame también a la familia de Tadeo y decirle a Miguel que se recupere pronto.

En recuerdo de mi sobrino Tomasito
Comentarios