jueves. 18.04.2024

Fotos: Dory Hernández

Las obras de reconstrucción del Islote de la Fermina avanzan a buen ritmo tras cuatro meses de trabajo lento y minucioso. La intervención comenzó el pasado 20 de abril pero la primera fase del proyecto ha consistido, sobre todo, en labores de demolición, limpieza y reconstrucción. Un trabajo que se ha hecho de forma manual para no destrozar la obra ideada por César Manrique, iniciada hace veinte años. No en vano, ésta ha sido la principal directriz que han recibido los técnicos implicados en la ejecución del proyecto: el respeto escrupuloso a la idea original del artista lanzaroteño.

Pero al realizar las primeras intervenciones los trabajadores se han encontrado con estructuras de hierro podrido deterioradas por la salinidad y el paso del tiempo, además de graffitis y otras pintadas en las paredes de la construcción original. Por esta razón, explicó Nino Curbelo, ingeniero técnico de la obra, han tenido que reconstruir con sumo cuidado las partes inservibles, copiando la forma original. Y la pintura de los muros ha sido limpiada con chorros de arena. Un trabajo casi artesanal, admite el jefe de obra. Él es uno de los diez técnicos que trabajan de lunes a sábado en el islote, junto a cuarenta obreros de la construcción. Aunque nadie se atreve a apuntarlo, estos imprevistos podrían atrasar las obras, cuya duración está estimada en nueve meses. Concretamente, la fecha oficial para finalizar la rehabilitación es el 20 de enero de 2007. Habrá que esperar unos meses para saber si el presupuesto inicial de 1.800.000 euros también sufre modificaciones y necesita un suplemento debido a los imprevistos.

La ubicación del islote tampoco facilita las cosas, ya que el puente para acceder hasta él sólo puede soportar 3.500 kilos de peso. Por esta razón, explicó Nino Curbelo, se han visto obligados a utilizar maquinaria ligera para transportar los materiales y para el propio trabajo a pie de obra. Además, señaló, tienen que utilizar pequeños grupos electrógenos debido a que desde allí no tienen posibilidad de “engancharse” a una toma de tierra.

Fase actual del proyecto

A pesar de las dificultades, Curbelo se muestra contento con la labor que están realizando y asegura que en este último mes el ritmo de trabajo se ha acelerado de forma considerable. El proyecto contempla la adecuación del lago (la superficie total del “vaso” de la piscina, que incluye zonas secas y húmedas, es de unos 3.000 metros cuadrados), alrededor del cual habrá un restaurante-cafetería con mesas en el interior y en la terraza, un solarium, paseos y jardines.

En estos momentos ya están reconstruidos el muro de piedra exterior, el faro y una rampa de acceso. Las cañerías y tuberías del sistema de saneamiento han tenido que ser sustituidas por otras nuevas, adecuadas a las condiciones y necesidades actuales. Falta reconstruir el “vaso” y forjado de la piscina junto con la maquinaria para ponerla en funcionamiento, el pavimentado exterior y el mobiliario interno del restaurante, baños y vestuarios. Queda también por hacer un pequeño puente de madera para unir dos espigones ahora separados, el acondicionamiento de la playa de jable, el cuarto de máquinas, el solarium y el acceso para los barcos. Por último, faltaría el acondicionamiento de los espacios verdes, ya que está previsto que sea un lugar fresco y con bastante vegetación. A este respecto, la piscina contará con pequeñas islas de vegetación.

Curiosidades

La iluminación del recinto se ha actualizado, así como aquellos aspectos afectados por la nueva normativa. Es el caso de la accesibilidad para minusválidos, la existencia de una piscina para niños (en una zona del “vaso” aún por determinar), o el tratamiento aguas negras y el separador de grasas para evitar que los residuos acaben en el mar, todo ello obligatorio de acuerdo con la legalidad vigente.

Todo está realizado con materiales nobles, “muy buenos”, según apuntó el ingeniero técnico. La piedra es la gran protagonista, junto con las superficies de hormigón cubiertas de pintura blanca deslizante, en consonancia con las típicas construcciones de Manrique.

Rehabilitación del antiguo muelle comercial

Este lunes comenzaron las obras de rehabilitación del muro de piedra del antiguo muelle comercial de Arrecife, según confirmó un ingeniero técnico de Lanzagrava, la empresa encargada de ejecutarlas. Concretamente, las actuaciones se están llevando a cabo en el tramo que va desde el Puente de Las Bolas hasta la caseta situada en el espigón, más allá del Castillo de San Gabriel. Con estas obras, dependientes de la Autoridad Portuaria, se pretende rehabilitar el muro de piedra, que actualmente presenta tramos en los que se ha desprendido buena parte de su superficie.

Entran las máquinas en el Islote de la Fermina
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