viernes. 29.03.2024

1.- Pues, si les digo la verdad, yo no sé con quién quedarme, si con el abuelo Florenci o con Franco. La pasma ha trincado el testamento del abuelo Florenci a los Pujol, guardado debajo de un caldero, en el salón de su casa, y allí no dice nada, según la propia pasma, de pasta. Así que los Pujol les pueden estar metiendo un gol por la escuadra a los señores fiscales. Los Pujol tienen, para que los defienda, a un gran abogado de Las Palmas, aunque residente en Barcelona, que se llama Martel. De momento, ha logrado tenerlos a todos en casa, menos a uno. El abuelo Florenci, que debió ser un genio de las finanzas, lo tendría todo prescrito, porque murió hace tropecientos años, así que por esa parte, tranquilos. Pero, claro, ha aparecido el testamento, incluso se ha publicado en la prensa la portada –al menos– del documento. ¿Y saben quién lo ha filtrado? ¿No se lo imaginan? Pues imagínenselo y aciertan. En este país no hay secretos. Eso, en Cataluña.

2.- Porque el PSOE, ya en Madrid, la ha vuelto a coger meona con el desenterramiento del general Franco y la expulsión inmediata del dictador de aquel lugar sagrado. Es una obsesión de los sociatas desde los tiempos de Zapatero que sólo hizo tres cosas durante su mandato de casi dos legislaturas completas: una, arruinar a España; dos, promulgar la absurda Ley de Memoria Histórica, que abrió las heridas que estaban cerradas; y tres, y esta sí que fue buena, crear la Unidad Militar de Emergencias, que funciona, la verdad, muy bien. Ese fue el bagaje que nos dejó, además de contar nubes y decir que el viento es de la Tierra o la Tierra del viento, que no me acuerdo del orden de los factores, que no alteran el producto de la estupidez.

3.- No me puedo creer que la fiscal se haya adherido a la petición de la acusación particular de Las Teresitas y quiera mandar para arriba a Miguel Zerolo ¡por riesgo de fuga! ¿Y Urdangarín, que vive en Suiza, me parece? A este país no hay quien lo entienda. ¿Y a dónde viajará Miguel Zerolo para que no lo atrapen? ¿A la Venezuela de Maduro? Dios mío, cuánta crueldad hay en determinadas decisiones (esta todavía non nata, ya que depende del tribunal) de la justicia –siempre con minúsculas–. No sólo la condena me parece un disparate, desproporcionada y fuera de toda lógica, al no existir cohecho en el asunto de Las Teresitas, sino que además quieren algunos propinar más sufrimiento a quienes han padecido una instrucción de quince años. A lo mejor quienes deberían ser sancionados son los que han participado en la instrucción y resolución de este proceso, por las dilaciones indebidas, que creo que tampoco han sido demasiado tenidas en cuenta por el tribunal de la Audiencia Provincial. Vamos a ver qué dice el Supremo, que deberá resolver, sobre todo, sobre esa instrucción y esas dilaciones indebidas, si es que se han producido, que parece que sí.

Entre el abuelo Florenci y Franco
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