jueves. 28.03.2024

La pasividad con la que determinados organismos del Estado han tratado el tema relativo a las permutas o posibles usurpaciones del patrimonio público parece que llega a su fin. Y no porque las propias instituciones encargadas de velar por estas cuestiones vayan a hacer algo por iniciativa propia. Más bien se trata de una reacción ciudadana tendente a poner a cada uno en su sitio, haciendo las denuncias correspondientes allí donde se deben hacer. Este medio de comunicación tiene en su poder el 80 por ciento de un determinado expediente que asustaría al más pintado. En cuanto recibamos el 20 por ciento de la fuente de información que se ha comprometido a enviarlo, estaremos en condiciones de contarles con pelos y señales determinado asunto que puede dar un giro a la situación política actual. Verán además, estimados lectores, el grado de rapiñaje de lo público que se ha instalado en Lanzarote, algo que puede ser, como suscribiría Raphael, un verdadero escándalo.

HABRÁ SORPRESAS
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