martes. 23.04.2024

LA JUGADA CONTRA ÁGUEDA QUE AHORA OTROS QUIEREN IMITAR

Lo que ha sucedido en Fuerteventura es el reflejo de que las cosas se pueden cambiar con trabajo y con perspectiva de futuro. La afiliación de gente cambia el equilibrio de las fuerzas. Es exactamente lo que algunos quieren hacer ahora en Lanzarote, además de tratar de pescar entre los descontentos del sector de Astrid Pérez, todos aquellos que no van a recibir nada de lo público ni de lo orgánico. La última hora apunta a un intento de presentar candidatura perdedora

A pocos días de que se cierre el plazo oficial para que se presente una candidatura alternativa en el Partido Popular (PP) de Lanzarote a la ya presentada por Astrid Pérez parece claro que nadie va a dar el paso. Y no lo van a hacer los opositores de la actual presidenta no porque les falten ganas, que no les faltan, sino por falta de número. La política son matemáticas, y algunos parece que no lo terminan de coger. Ahora bien, la última hora habla de un posible intento no ya con la idea de ganar, sino con la idea de representar esa contestación a la líder, amén de que sea alguien con ganas de colgarse un par de medallas en el nuevo organigrama salido del congreso regional.

Con el paso del tiempo el PP de Lanzarote se ha visto mermado por los constantes embates a los que ha sido sometido. Principalmente por la indudable falta de cariño del exterior. José Manuel Soria jamás le perdonó a Astrid Pérez que tumbara como tumbó a su candidata Yolanda Perdomo, de la que por cierto no se ha vuelto a saber nada. Ya sabemos que en los partidos políticos la gente se presenta para ver qué hay de lo suyo, y si no hay, pues los abandonan. Y desde entonces, poco o nada a favor, y mucho o todo en contra. El colmo fue la mala gestión que se hizo de las prospecciones petrolíferas, asunto que afectó enormemente a las dos islas orientales del Archipiélago. El resultado que obtuvieron en Lanzarote fue casi un milagro si se compara con el sopapo que se podrían haber llevado.

Y ahí nos detenemos, porque este lunes el Comité de Derechos y Garantías del PP canario ha tomado la decisión de dar marcha atrás a la otra decisión de la presidenta en Fuerteventura, Águeda Montelongo, de cargarse a media humanidad para intentar garantizarse un triunfo en el próximo congreso insular que tenía difícil y ahora parece que tiene imposible. La actuación viene avalada por el incontestable triunfo del actual presidente regional, Asier Antona, y poco más, porque el comunicado que enviaron por la noche a los medios y que colgaron en las redes sociales dice poco o nada. Queda sin efecto la decisión de Montelongo, y punto. Los desafiliados vuelven a ser afiliados y votarán en el próximo congreso. Aquí paz y en el cielo gloria.

Lo curioso de la historia es que en Lanzarote algunos no se explican cómo han podido ser tan toletes. Los que querían ver el fin de Astrid Pérez, entre ellos muy probablemente la cúpula regional del partido, son conscientes de que o les ha podido el gandulismo o les ha podido la falta de imaginación. La única forma de eliminar a la actual líder de los populares lanzaroteños era cambiando las matemáticas del partido en la Isla, y éstas, las matemáticas, sólo se cambiaban a través de una afiliación más o menos controlada de gente no afín. Porque los que están actualmente, que tampoco son muchos (no llegan a trescientos los compromisarios que podrán votar en el congreso), o son fieles a Pérez o son conscientes de que en estos momentos deben serlo.

La situación por tanto es irreversible. Tanto en la dirección regional como en Lanzarote se van a tener que comer con papas a Astrid Pérez y a los suyos, incluyendo inicialmente a todos los de Tías.

Pues bien, y ahí va el adelanto del confidencial: nos consta que el sector oficialista quiere reaccionar, no ya de cara al presente pero sí de cara al futuro. De ahí que haya varias personas que han recibido en estos días un toque de atención. En los partidos políticos los cambios de bando se producen casi siempre con jugosas ofertas de futuro próximo. El qué hay de lo mío que comentábamos antes. En el reparto que puede hacer Pérez de lo poco que maneja el PP en Lanzarote no entran todos. De ahí que de forma inteligente los que no la quieren ver ni en pintura estén tocando sutilmente a los que saben que van a quedar descontentos. Esos serán los primeros. Luego vendrá la afiliación de gente como ha ocurrido en Fuerteventura. Ahora sí saben que es la única forma de hacer que las cosas cambien.

Llegado el momento, además, la gente que está en este sector, curiosamente todos los que apostaron por Antona y no por Cristina Tavío en las primarias, sabe que se empezarán a producir deserciones de los que no lo vean claro. Y claro, ¿merece la pena tanto esfuerzo si lo mismo Astrid Pérez no se presenta en el siguiente congreso? Merece la pena, porque saben que si ella no se presenta alguno de sus herederos lo hará, y a esos también hay que tumbarlos.

LA JUGADA CONTRA ÁGUEDA QUE AHORA OTROS QUIEREN IMITAR
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