Nuestros amigos sudamericanos que conviven entre nosotros y que cuentan incluso con su propio espacio de expresión en Lanzarote Radio -ya saben, la radio de siempre- se sorprenden por la naturalidad con la que aquí usamos la palabra culo. Y es que en ocasiones no hay mejor forma para explicar las cosas que utilizar las palabras correctas, aunque se crea que pueden sonar mal. El caso es que sólo podemos utilizar la palabra culo para definir la situación de Lito, que la verdad es que no sabe dónde esconderlo. Está jodido, muy jodido -también podríamos haber puesto fastidiado-, y no es para menos. No encuentra el retrete adecuado para vomitar todo lo que ha tenido que tragar en los últimos días, que no ha sido poco. Y es que determinadas cosas son difíciles de digerir, sobre todo cuando uno ha jurado y perjurado que jamás las comería. Por si no tuviera suficiente, a su lado tiene permanentemente pegado al Sargento Alatriste, que arrogante y estrafalario como es le hunde todavía más con sus absurdos consejos. Nos cuentan que el otro día además le llevó determinada manzanilla con la que le garantizó que curaría sus males de estómago. Fue peor el remedio que la enfermedad. ¿Hasta cuándo aguantará Lito en esta situación, es verdad que finalmente va a tomar una decisión drástica para atajar con su mal y con el mal de los que le rodean?
