Los chiquitos y chiquitas de la revolución partidaria se descentraron. Creyeron que tenían predicamento, carisma y algunas zarandajas más y se dieron el batacazo en las pasadas elecciones y ahora se lo han propiciado en un intento de hacerse por un determinado y efímero poder. El “Boliche”, “don Lejos”, “don Próximo” y la “Chancleta” se han quedado solos, y lo que es peor, en la puñetera calle y sin ningún tipo de posibilidad de escalada y, además, el asilo en el que se querían refugiar ha cerrado sus puertas por quiebra de valores. Era lo predecible.
Pero hay una movida importante en una formación política, no tan importante, que puede cercenar el cogote a algún que otro dandi que lo único que sabe hacer es prestar su rostro, granítico rostro, a mil alianzas espurias. Los que quieren acabar con esta presunta monarquía absolutista son muchos y además machos, pero ojo, también hay féminas de gran valor que pasan olímpicamente del guaperas referencial. No olvidemos que a todo cochino, más pronto que tarde, le llega su San Martín, y de este se lo ha labrado de mérito propio. Estén atentos a estas predicciones que se han de hacer realidad tangible en el devenir de unos pocos meses.
