viernes. 19.04.2024

1.- Que ni chiquita jeta tienen los sociatas. La portavoz parlamentaria del PSOE, una señora que se llama Soraya Rodríguez , quiere que Rajoy haga una admonición pública a Nicolás Sarkozy porque éste ha advertido a los gabachos de que si Hollande , su rival socialista en las presidenciales, sube al poder, convertiría a Francia en un colador, como hizo Zapatero con España. Lo que tiene que hacer el señor Mariano es enviarle un cariñoso telegrama a Sarkozy, felicitándolo porque, por fin, se ha dado cuenta del desastre que provocó el totorota de Zapatero, metiéndonos en cinco millones de parados, en unos intereses imposibles de hacer efectivos y en una probable quiebra del sistema de pagos en este país. Los socialistas, en España, organizan en estos días cientos de ruedas de prensa para meterse con Rajoy y el PP. La última, y flipé, fue la de una diputada gallega que le echaba al PP la culpa del incendio que asoló recientemente un frondoso monte de aquella comunidad. Es decir, casi acusando a Rajoy de pirómano. Yo les digo a ustedes que esa gente, en su perderlo casi todo, ha perdido también la razón; y que no va a colaborar en nada a que este país se recupere. Tenemos al enemigo en casa. Y, además, les pagamos para que se sienten en las Cortes Generales a poner pegas a lo que las personas más sensatas pretenden solucionar. Con poco éxito, pero con muy buena voluntad. Rubalcaba está más quemado que la pipa de Jerónimo (no Saavedra , que Saavedra no fuma en pipa, que se sepa, sino el jefe indio de las praderas). Y ahora pretenden que Rajoy los defienda ante don Nicolás, cuando el franchute tiene más razón que un santo. Ese François Hollande, su rival, es el exmarido de la bella Segolène Royal , a la que Zapatero hundió en la miseria cuando la trajo a España a participar en uno de sus mítines y luego él fue a Francia a apoyarla en la campaña electoral. Fue entonces cuando Sarkozy la barrió del mapa. Ignoraba la bella Segolène que Zapatero es gafe de todo gaferío y que lo que toca se desintegra como el glacial Perito Moreno.

2.- En vez de decir y de hacer gilipolladas, los sociatas deberían ocuparse de ver lo que está pasando en Canarias, la tierra de don Paulino . Y nuestra, todavía. Yo siempre digo que si a un aparcacoches le damos una gorra y una placa que adviertan al común de su oficio a los cuatro días se convierte en general con mando en plaza. Paulino Rivero es un mago que no tiene demasiada cultura y a quien el cargo le queda ancho. Y yo sé mucho de magos, como es público y notorio. Yo pensé que no, que podría escapar con un buen reciclaje, o incluso con la escuela de la vida política, pero después de analizarlo sin demasiada pasión durante estos últimos meses me he dado cuenta de que no sirve para nada. Repite mucho lo que ahora llaman "lugares comunes" (es decir, siempre dice las mismas cosas con las mismas palabras); no tiene vocabulario, se ha aliado con los perdedores para no apartar su culo de la poltrona y ya casi nadie le tiene respeto. En todas las reuniones en las que tomo parte, algunas con gentes de esta profesión -que a mí no me gustan demasiado, pero bueno, con sus honrosas excepciones-, sale el tema de que Rivero se aferra a su poltrona como un león a su presa, que se ha creído que Canarias es suya y que como tal dueño actúa. Hasta los críticos, los independentistas, de Coalición Canaria le están diciendo que no se postule a la presidencia de su partido porque un partido político que se precie debe desligar los cargos orgánicos de los cargos políticos. Esto no ocurre a veces, pero otras sí. Y dependiendo del partido que sea, si es presidencialista o no. CC, en este momento, no lo es, porque su presidenta es un florero. Bueno, pues los sociatas deberían analizar lo que pasa en Canarias y darse cuenta de que están siendo utilizados por alguien que no quiere dejar la poltrona. Pero, claro, como reparte tanto calorcito, pues nadie quiere tomar decisiones. En estos tiempos de crisis hace mucho frío ahí fuera.

3.- Hoy, con las procesiones, no me apetecía hablar de política, sino de la dimensión erótica de los cortejos procesionales. De los rabinos y eso. Pero me he desviado hacia los Pirineos al principio y ya no pude parar; luego mis consideraciones sobre el rabinaje las voy a trasladar al libro del mago y a componer un hermoso capítulo del mago procesional de Semana Santa, que los hay y muy curiosos. Porque los magos son, como se sabe, cajas de sorpresas. Terminó más rápido de lo previsto la Semana Santa, que este año ha vuelto a dejar desiertas las ciudades más grandes -porque aquí no tenemos grandes ciudades-. La gente se fue a las playas, con suerte diversa, pues unas veces hubo sol y otras agua, con lo que se hace realidad aquello de que nunca llueve a gusto de todos. Fue una delicia salir a las carreteras porque tampoco había mucha gente en ellas, si exceptuamos las colas de las idas y las venidas, el jueves y supongo que hoy. Tenía hambre de procesiones portuenses y fui a ver la Magna del Viernes Santo. Fíjense si estoy desconectado de mi pueblo que comprobé la existencia de pasos nuevos, entre ellos el de un burro, y de cofradías recientes; y contemplé, con pavor de coetáneo, a los envejecidos cofrades del Santísimo, hermandad a la que pertenezco -no sé si me habrán echado por impago de cuotas-, arrastrando las redomas y los pies por el empedrado. Me dio cierta nostalgia de aquella hopa roja que usaba en la Semana Santa para acompañar al Santo Entierro. En fin, que presencié el cortejo de santos y vírgenes y turistas por un Puerto de la Cruz animadísimo. Esta vez la dimensión erótica (la erótica del poder) la ponían las concejalas de uno y otro signo, vestidas de negro, elegantísimas, cuya visión a mí me motiva mucho el voto. Si las elecciones se celebraran en Semana Santa, con el cuadro de las concejalas en el desfile votaría hasta varias veces. Y eso. Y espero que no se sientan ofendidas porque hoy en día, otra reminiscencia sociata, las señoras se cabrean por cualquier cosa y te echan encima una cosa que le dicen Instituto de la Mujer, o algo así. Qué tiempos en los que el requiebro y el piropo se celebraban con algarabía femenina. Ahora van y te tiran un ladrillo en un ojo y te llaman machista. Y te denuncian. Ay.

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La jerola sociata y otras cosas de domingo
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