viernes. 19.04.2024

Por Andrés Chaves

1.- Cierra La Gaceta de Canarias, o al menos entran en administración concursal (suspensión de pagos) sus empresas editoras. No me alegro, ni mucho menos. Pero llamo la atención sobre una cosa. Un periódico no es una venta de chochos. Casi todos los diarios de este país se sustentan merced a una historia dilatada de penurias, de incomprensiones y de crisis. No son demasiados los que logran sobrevivir. Prisa, por ejemplo, la empresa que dejó Polanco , editora de El País y otros, se enfrenta a una deuda de más de 5.000 millones de las antiguas pesetas; el grupo Zeta no ha conseguido vender sus medios a nadie. Ahora se habla de que Carlos Slim , el multimillonario (en dólares) mexicano, amigo de Felipe González , pretende hacerse con grupos multimedia en España, en donde los gobiernos de uno u otro signo se divierten quitándoles a unos las cadenas de televisión que les dieron los otros. Y así. La Gaceta cae, tras ser adquirida por el empresario Fernando Peña a Jesús Martínez , anterior propietario. Ahora los empresarios lo pasan mal, porque en época de crisis esos medios no les hacen falta para apoyar a sus otras empresas. Sencillamente, se ha parado la actividad. No será el único periódico que caiga en Canarias, porque seguramente sobra alguno más, pero la actual situación económica que se vive en el mundo nos arrastrará a iniciar empresas más fáciles y más rentables que los medios de comunicación.

2.- Ciertos empresarios no se recatan en decir que ellos, en vez de adquirir medios de comunicación, prefieren comprar periodistas. Yo se lo he escuchado a alguno, del ramo de la construcción. Es lícito que un periodista alquile su pluma; el abogado defiende a su cliente y le cobra; el médico cura a quien le paga; el ingeniero realiza su proyecto a cambio de dinero. El periodista de un gabinete de prensa está a sueldo de la empresa que le paga; el de un medio de comunicación ha de seguir la línea que le marca el editor. En el mundo todo se compra y se vende. Esos que van de puros por la vida no lo son. Un periodista de El País sigue la directriz de Juan Luis Cebrián , su consejero-delegado; un periodista de El Mundo, la que le marca Pedro Jota . Pero la frase del empresario de la construcción no citado es un tanto brusca: "Yo no compro periódicos; compro periodistas". Me parece muy fuerte para ser repetida cada vez que se suscita la idea de adquirir un medio, o de participar en alguno.

3.- Es triste lo que le está ocurriendo a La Gaceta. Desde los tiempos en que yo fui director de este periódico andaba Jesús Martínez luchando contra un comité de empresa hostil. Hace años se intentó gestionar ante el Gobierno de Canarias una regulación de empleo, pero la Consejería de Trabajo se negó. Son las actuales épocas de poquísima publicidad: las empresas están arruinadas y lo primero que cortan es este capítulo. Sobrevivir en medio de una tesitura económica tan desfavorable es casi imposible. Se acude a las promociones, que han caído. Yo no sé cuánto dinero le dio al periódico hoy en suspensión de pagos una cerámica de la Virgen de Candelaria, que se entregaba mosaico a mosaico. Y un belén benefactor, que elevó nuestra venta a 10.000 ejemplares, algo insólito en la historia del diario. Como director de ese periódico pasé tres años de mi vida apretado por el estrés. Pero logramos un buen producto. Tras 18 años de agonía, La Gaceta ha caído finalmente. Fue fundada por gente de izquierdas, muy afín al diario El País. Quisieron hacer un calco de este periódico, pero en provincias es imposible. Esa gente necesitaba dárselas de izquierdas en un país donde las ideologías no tienen tanta importancia porque nos conocemos todos y vivimos todos muy juntos. Me da pena de lo que le ocurre a La Gaceta, me da pena de lo que está pasando. Me da tristeza de la que está cayendo.

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La que está cayendo
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