miércoles. 24.04.2024

Les escribo desde la isla quieta; El Hierro. Han reasfaltado la carretera al Parador, puedo ir en moto sin sortear barranqueras. Aquí leo, escribo, veo la televisión, me comunico por la Internet. ¿Qué más puedo pedir, si además veo el mar, siento la quietud de los cernícalos vigilando a sus presas, escucho el ruido leve del aire que acaricia los muros de mi casa? Sólo falta Padrón Machín, pero sería pedir un imposible. Murió.

Andrés Chaves

La quietud
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