- Lorenzo Lemaur asegura que, una vez abiertas de nuevo al público las
puertas de esta casa del siglo XIX, se convertirá en un espacio
“eminentemente cultural”
La visita a la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz para conocer el
resultado del trabajo realizado por las restauradoras de Cúrcuma
Restauraciones en las paredes de este edificio, donde se encontraron
murales de César Manrique sepultados por capas de pintura que obligaron a
ralentizar las obras de reforma iniciadas en este edificio histórico, fue
la ocasión aprovechada por el alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, y el
concejal de Cultura, Lorenzo Lemaur, para visitar la Casa de la Cultura
Agustín y conocer el estado en que se encuentran estos trabajos de la mano
de los técnicos municipales.
En este sentido, Reguera recordó, una vez concluida la vida a este centro
cultural de la capital, que el presupuesto aprobado por la corporación de
Arrecife había destinado una partida de 600.000 euros para la finalización
de estos trabajos “que, una vez elaborado y aprobado el proyecto de obra,
podrían estar acabados en un periodo de seis meses”. Por su parte, el
concejal de Cultura adelantó que, una vez abiertas de nuevo al público
las puertas de esta casa del siglo XIX, este centro se convertirá en un
espacio “eminentemente cultural”.
La rehabilitación de la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz comenzó en
febrero de 2007 con unas obras que debían recuperar este edificio en un
plazo de 18 meses. Sin embargo, el descubrimiento de los murales del
artista César Manrique, prolongaron unos trabajos que contaban con una
inversión de 870.000 euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional
(Feder).
La Casa de la Cultura Agustín de la Hoz es un centro que requiere un
equipamiento polivalente y pluridisciplinar que gestionará una
programación de actividades culturales y que acogerá iniciativas diversas.
El objetivo del centro consiste en dotar a la ciudad de un espacio abierto
a la actividad cultural en el que se facilite “el conocimiento y se
potencie el intercambio entre artistas, intelecturales, estudiantes y
público en general”. Un punto de acogida para todos aquellos que estén
interesados en el arte, la música y las letras y “un lugar que se ofrece
lleno de actividades para la mente y los sentidos”.
Música, Artes Visuales y Humanidades
Tal y como adelanta el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Arrecife,
Lorenzo Lemaur, las actividades organizadas por este centro se centrarán
en tres campos culturales diferentes: La Música, Artes Visuales y
Humanidades. En la primera de ellas, se tiene previsto programar
conciertos de música de cámara, jazz y músicas del mundo, además de cursos
de música, que se impartirán en la Escuela de Música de Arrecife.
En el campo de las Artes Visuales, el Ayuntamiento capitalino propone
exposiciones de arte contemporáneo, gestionándose dos salas de
exposiciones de artes visuales contemporáneas al objeto de facilitar las
últimas producciones de los artistas de las islas.
Del mismo modo, la Casa de la Cultura acogerá un aula de humanidades, que
será un espacio para reflexión, la divulgación cultural y las artes
literarias. Lemaur explica que el aula pretende ser un “espacio abierto a
todos los sectores de la actividad cultural en el que se facilite el
intercambio entre las distintas ramas de las humanidades y las ciencias;
un espacio, en definitiva, que permita a los ciudadanos y ciudadanas
acceder a la cultura con información de primera mano, transmitida por
expertos e intelectuales de alto nivel”.
Este centro cultural contará, además, con un salón polivalente en la parte
baja, adaptable para diversos usos con megafonía, pantalla de
proyecciones, tarima, sillas y mesas de ponencias y capacidad para 100
personas. Habrá también una sala de conferencias, una sala de
exposiciones, la Biblioteca Municipal, un aula de pequeñas dimensiones,
especialmente apropiada para realizar cursos y seminarios y un almacén
para materiales y herramientas.
Una casa del siglo XIX
La Casa de la Cultura Agustín de la Hoz, situada en el casco antiguo de
Arrecife, data del siglo XIX y es una clara edificación de dos plantas,
con una elegante escalera central del maestro carpintero Saavedra. En
pleno siglo XX su propietario Luís Ramírez González la alquila al Casino
de Arrecife que remodela la casa. Precisamente fue por estos años cuando
la directiva del Casino en aquel momento encarga al aún estudiante de
Bellas Artes César Manrique, de vacaciones en la Isla, los murales que
acaban de ser restaurados por el Ministerio de Cultura.
Más tarde, al fallecer el propietario de la vivienda, la deja en
testamento a los Salesianos, a cambio de que dieran clase a dos o tres
niños de Arrecife, cosa que no cumplieron. Y no es hasta principios de los
años 80 cuando fue primero la Casa Consistorial de Arrecife y, después,
actual Casa de la Cultura. El nombre de Agustín de la Hoz se le puso en
1989 en homenaje al erudito hijo de Arrecife.