jueves. 25.04.2024
Marisa Zamora, consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias

“La situación de los menores ahora es más grave que hace unos meses; aunque ha descendido la llegada de cayucos y pateras el número de menores sigue aumentando”

“El perfil de los menores marroquíes que nos están viniendo ahora es mucho más conflictivo que el de los menores subsaharianos que se recibieron en verano. Nos hemos gastado más de 13 millones de euros este año en la atención a los menores inmigrantes, sabiendo que su integración es imposible en estos momentos”

“Nos falta una oficina de vivienda joven en Lanzarote y otra en La Gomera, pero las vamos a abrir, porque queremos que los jóvenes accedan al régimen de alquiler en buenas condiciones”

“Estamos viendo que por mucho esfuerzo que hacemos con las políticas de empleo no nos cunde nada, porque sigue viniendo más y más gente en busca de trabajo”

“El delegado del Gobierno en Canarias me ha dado siempre la razón en todas las quejas que he planteado por la desatención del Estado en los temas de la inmigración, y la verdad sé que él desde aquí poco más puede hacer de lo que hace”

Marisa Zamora se ha convertido en esta legislatura en una de las consejeras más populares del Gobierno de Coalición Canaria (CC). No es para menos, teniendo en cuenta cómo ha sabido plantarle cara a problemas tan graves como el que plantea la inmigración irregular. En la siguiente entrevista habla sobre el tremendo problema que hay en Canarias con los menores, y hace un repaso a otros aspectos de su departamento como la juventud, el empleo o los recursos a los más desfavorecidos.

-Aunque en invierno remite la llegada de inmigrantes irregulares, es evidente que con el buen tiempo volverá el problema. Su departamento ha tenido que hacer frente a un problema tremendo que origina la inmigración irregular, el de los menores. ¿Cuál es la situación actual en Canarias, cuál es la situación en Lanzarote?

-La situación de los menores ahora es más grave que hace unos meses; aunque ha descendido la llegada de cayucos y pateras el número de menores sigue aumentando. El Estado se comprometió a través del ministro Caldera, que vino a Canarias el 14 de septiembre creo que sólo a sacarse una fotografía, a resolver el problema, y hasta la fecha no ha hecho nada de nada. Nos dijeron que los menores se trasladarían a la Península, que aquí sólo se quedarían 300 menores y que el resto se iría a las comunidades en las que hubiera plaza en los lugares que el Estado creara para tenerlos en condiciones. Hasta el día de la fecha se han llevado poco más de 100 chicos y nos han venido de Marruecos, que es el lugar de donde más vienen, más de 180. Es decir, que tenemos más de los que teníamos. El perfil de los menores marroquíes que nos están viniendo ahora es mucho más conflictivo que el de los menores subsaharianos que se recibieron en verano. Muchos son niños pequeños de menos de diez años, que deambulan por la calle haciendo todo tipo de cosas y que además son muy racistas y xenófobos en los centros con los chicos subsaharianos. Por eso tenerlos juntos en los centros es muy complicado. Aunque tenemos trasferida a los cabildos la guardia y custodia de los chicos y nosotros tenemos la tutela, a partir de que los centros de los cabildos se saturaron el Gobierno de Canarias tuvo que asumir todo. En todo este tiempo hemos tenido que abrir ocho dispositivos de emergencia, alguno de los cuales lo hemos tenido que cerrar porque parecían campamentos de verano. Estamos pasando por un momento de mucha gravedad, porque tenemos los centros de menores saturados y llenos de conflictos; van pasando los meses, y cuando ven que sus expectativas de trabajar se frustran se ponen muy nerviosos.

-El pasado 18 de noviembre el PSOE, que ya no son sus socios de gobierno a cuenta de lo de las televisiones, le llegó a llamar “cara dura” por criticar al Gobierno central por el tema de los menores. ¿Ya les ha perdonado? También se le ha criticado por decir cosas como que “Canarias no puede ser la guardería de África”. ¿Se arrepiente?

-No me arrepiento, a pesar de que siempre tengo presente que tenemos que colaborar con el Estado en todos los asuntos que tienen que ver con la inmigración, sobre todo porque todas las competencias las tienen ellos. En control de fronteras, en relación con terceros países... Nosotros sólo tenemos competencia en acogida y en el cuidado de los menores. Cuando dije lo que dije tenía toda la razón del mundo, porque estábamos viendo la tendencia de los chicos que nos estaban llegando y sabíamos que podíamos terminar el año con más de 900 chicos. Desgraciadamente no me he equivocado en las cifras, y fue algo que le advertimos al ministro Caldera. El delegado del Gobierno en Canarias me ha dado siempre la razón en todas las quejas que he planteado por la desatención del Estado en los temas de la inmigración, y la verdad sé que él desde aquí poco más puede hacer de lo que hace. En el máximo órgano de inmigración en Madrid, que es el Consejo Superior de Política de Inmigración, el ministro Caldera y yo presentamos una propuesta conjunta con un compromiso público. Nosotros no podemos recibir a todos los chicos que quieren venir aquí desde África, principalmente porque tenemos una capacidad muy limitada de acogida. No podemos inventar recursos todos los días, y los municipios, también hay que decirlo, a veces no colaboran. Por eso hemos tenido que echar mano de recursos de la Comunidad para habilitarlos como residencia. Eso sin hablar del gasto que supone, porque nos hemos gastado más de 13 millones de euros este año en la atención a los menores inmigrantes, sabiendo que su integración es imposible en estos momentos. La Ley del Menor y la Ley de Extranjería son leyes de los noventa que nada tienen que ver con el fenómeno inmigratorio actual. Habría que modificarlas ya. El Estado no tiene una política seria de inmigración, siempre ha ido a hechos consumados.

-Canarias sigue siendo una de las Comunidades donde hay más gente que vive por debajo del umbral de la pobreza, lo que resulta increíble teniendo en cuenta lo que ha crecido el Archipiélago en los últimos años y las grandes fortunas que sabemos que nos rodean. ¿Qué hace el Gobierno para combatir este terrible mal?

-Estamos creciendo mucho, eso es verdad, alrededor de 50.500 personas al año. En los últimos años Canarias ha recibido a más de 300.000 personas, y seguimos recibiendo gente de otras comunidades, de Europa, de África, de América... Todo el mundo viene con expectativas laborales. Canarias es la cuarta Comunidad que más ha crecido en generación de empleo, pero por otra parte somos la quinta Comunidad con la tasa más alta de paro. Estamos viendo que por mucho esfuerzo que hacemos con las políticas de empleo no nos cunde nada, porque sigue viniendo más y más gente en busca de trabajo. Siempre he dicho que tendríamos que plantear en el Parlamento un debate serio y sereno sobre la población, porque tenemos un territorio con más del 50 por ciento de la superficie protegida. El problema más grave sigue siendo la entrada indiscriminada de personas por puertos y aeropuertos. Es un problema muy grave, y los políticos estamos para resolver estos problemas. No hablo de ley de residencia ni nada, hablo de empezar a debatir el asunto, y de momento que se controle la entrada por los aeropuertos.

-En su departamento también figura el área de Juventud, una de las partes más frágiles de nuestra actual sociedad. ¿Qué políticas se están haciendo para hacer que mejore la vida de nuestros jóvenes, qué se hace para que se reduzcan índices tan preocupantes como los de drogadicción?

-Estamos haciendo todo tipo de políticas en este sentido. Hace unos días presentamos una campaña muy buena para permitir que los chicos puedan acceder a un trabajo y tener además actividades alternativas. El programa estrella que tenemos además es la bolsa de vivienda joven. Nos falta una oficina de vivienda joven en Lanzarote y otra en La Gomera, pero las vamos a abrir, porque queremos que los jóvenes accedan al régimen de alquiler en buenas condiciones. Hemos conseguido que más de 5.000 chicos puedan acceder a una hipoteca.

-Otra de las terribles lacras contra la que nos toca luchar es la violencia de género. Me consta que su departamento se ha comprometido a reforzar los servicios de protección a las víctimas. ¿Ya lo han hecho, está siendo efectivo?

-Este es un problema gravísimo y muy serio. Sin embargo, no creo que haya ahora más víctimas que antes, lo que pasa es que ahora se denuncia más. Desde el Gobierno de Canarias hemos creado toda una red de recursos para las mujeres víctimas de la violencia de género, y vamos a seguir destinando recursos y dinero para que cambie la situación actual.

“La situación de los menores ahora es más grave que hace unos meses; aunque ha...