viernes. 19.04.2024

“La vida es un exceso y crear es un acto de moderación”. Y el escritor se enfrenta cada día con eso, intentando “ordenar el caos de la existencia” a través de la palabra. “La escritura no es un refugio, no consuela, no cura, sino que reabre las heridas”. A pesar de ello, para Antonio Gala escribir es una “forma de amar, conocer, acariciar, aprender...” hasta el punto de afirmar que “moriría, de alguna forma, si escribir no fuese posible”. El creador andaluz fue el encargado de inaugurar la XII Edición de la Feria Insular del Libro de Arrecife y pronunció un discurso con el que quiso trasmitir al público su amor por la literatura.

100 lectores en casa cada día

El acto de la creación “duele sin remedio” a los escritores. ¿Por qué escriben entonces? Según el autor cordobés, porque no pueden hacer otra cosa, como cuando uno se enamora. “No es una vocación, es un destino. Y el escritor tiene la obligación de hacerlo, y de hacerlo bien, pero no debe sentirse orgulloso de ello. Es un sino, como la belleza o la muerte”. Antonio Gala afirma que sus primeros colaboradores son la soledad y el silencio y los últimos, los lectores. “Si no fuese por mis lectores no hubiese publicado mi último libro. No quería publicar en vida mis poemas, pero creo que se lo debía. Debía darles una fotografía mía a través de mis poemas”. Según Gala, los libros se actualizan en cada lectura, cada vez que alguien los lee. Asegura que recibe un promedio 100 cartas diarias de lectores y que “algunas chorrean sangre” porque hay personas que “se sienten solas, a pesar de estar acompañadas”.

Una mala difusión de El Quijote

La conmemoración del IV Centenario de El Quijote no se ha hecho de la mejor manera posible en opinión de Gala. La novela de Cervantes se ha presentado como un libro de lectura obligatoria, y “eso hace antipático un libro”. “Me opongo a los libros de lectura exigible”. Asimismo, aconsejó a los presentes que si durante la lectura de un libro, éste se les hiciese árido o ingrato, deberían dejar de leerlo inmediatamente. “Ese no es su libro”. Acto seguido afirma que lee El Quijote cada verano “porque disfruto tanto con él, me río y me emociona tanto, que lo necesito. Pero si me lo impusieran no lo leería. Leer un libro no es ir a la guerra. Hay que leer con amor”. Los libros te trasladan a otras épocas con otras personas y otras historias. Los libros son “más íntimos que cualquier religión, más duraderos que cualquier amor”. Los libros “retardan o paresuran el ritmo de la tarde”, son puentes entre una y otra concepción del mundo.

Mirando libros junto al mar

Antonio Gala terminó su intervención recordando al público el privilegio de poder recorrer una feria como la de Arrecife, en el parque José Ramirez Cerdá, que permite pasear entre libros, cerca del mar.

“La vida es un exceso y crear es un acto de moderación”
Comentarios