sábado. 20.04.2024

La alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz, declaraba en una entrevista realizada en el programa ‘El Despertador' de Lanzarote Radio y reproducida posteriormente en este mismo medio de comunicación, que hay sectores tradicionales, algunos anclados en la pequeña burguesía de Arrecife, que no quieren que se haga nada en la ciudad y menos por personas que son de otros ámbitos.

Sin entrar a valorar quién puede formar parte de esta vieja burguesía arrecifeña, lo que está claro es que no se puede permitir que en pleno siglo XXI, en una ciudad cosmopolita y cada vez más abierta al exterior, personas ancladas en el pasado pretendan imponernos sus criterios y no nos dejen evolucionar con los tiempos.

Es evidente que Arrecife necesita mejorar y equiparse de todos aquellos elementos necesarios para su desarrollo, porque ya no estamos en la época de nuestras abuelas, en que con tres tiendas y dos bares nos conformábamos.

Ahora es distinto, la evolución de otras ciudades de las características de Arrecife nos hace pensar que nosotros no tenemos que ser diferentes, que podemos disfrutar de las mismas ventajas que el resto de las ciudades y que también, por qué no, el bolsillo nos lo agradecerá.

María Isabel Déniz decía que había que ir convenciendo a todos, “a los que somos responsables de tomar decisiones y a la ciudadanía en general”. Pero no se puede estar intentando convencer eternamente de que un proyecto es bueno para Arrecife, de que estamos haciendo lo mejor y de que hay que adecuarse al futuro. Hay que superar esa ‘barrera' que no nos beneficia en absoluto y enfrentarse a toda esa burguesía arrecifeña, aunque para ello tengamos que pasar un mal rato.

La ciudad de Arrecife se está transformando y eso requiere transformaciones urbanas y unos equipamientos que poco a poco se tienen que ir consiguiendo para poder competir con otras ciudades y mejorar la vida de sus ciudadanos. Hay que abrir la mano y permitir la aprobación de esos proyectos de futuro tan importantes para la ciudad que necesitan de todo nuestro esfuerzo por llegar a ese consenso tan necesario. Es preciso salir del estancamiento en el que estamos y conseguir las ventajas de cualquier ciudad porque, insisto, ya no somos el pueblecito de antaño.

Los empresarios de la zona centro presentaban el otro día un proyecto mediante el que se tratará de dinamizar la zona comercial de la capital de la Isla, atraer al consumidor hasta estas calles, potenciar la creación de más establecimientos comerciales y canalizar la llegada de turistas, haciendo que Arrecife se convierta en destino turístico de primer orden en Lanzarote.

Bien por Arrecife Zona Centro, ya era hora de que se pusieran las pilas y se dieran cuenta de que hay que atraer al cliente de otra forma, que el cliente de ahora ya no es el mismo de hace años y que sabe perfectamente lo que quiere. Pero aún más, no sólo hay que anunciar actividades lúdicas y promocionales, sino llevarlas a cabo.

Al mismo tiempo hay que permitir también la apertura de grandes superficies que hagan más asequible a los ciudadanos la cesta de la compra . Dicen que el establecimiento de esos comercios no va a abaratar los precios en Lanzarote. No me lo creo. El otro día un amigo me dijo que había conseguido unas barbacoas en la gran superficie ubicada en Puerto del Rosario, Fuerteventura, por 320 euros menos que aquí, eso es nada. Es decir, en Lanzarote las conseguía por 600 euros mientras en Fuerteventura se la dejaban a 180 euros.

Qué pasa, acaso Fuerteventura es isla capitalina, no tiene los mismos problemas que nosotros para abastecerse. Yo creo que si, sin embargo a lo mejor los empresarios majoreros ayudados por los políticos piensan en el beneficio de los ciudadanos y en el suyo propio como un todo.

Dicen que una gran superficie hundiría al pequeño y mediano empresario de la zona. Yo creo que no, pueden complementarse. Ahí están los pequeños comercios que se crean en torno a otras grandes superficies.

Dicen ahora además que el famoso PIF (Puesto de Inspección Fronteriza) no abaratará los precios cuando hasta estos momentos nos habían dicho lo contrario. Qué pasa, que Arrecife no puede conseguir una cesta de la compra similar a la de Fuerteventura o incluso a las de Gran Canaria o Tenerife, ¿por qué esos cambios de opinión?, ¿qué se esconde tras esas contradicciones? ¿Realmente existe esa vieja burguesía arrecifeña que no permite que se haga nada en la ciudad?

La vieja burguesía arrecifeña
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