Fotos: Dory Hernández
Lanzarote decidió abrir sus puertas con motivo del Día Mundial de la Salud. Talleres, actividades, información y mucho movimiento fueron los protagonistas del pasado martes, en un día que simboliza la apertura de mente y pretende fomentar el conocimiento sobre este tipo de enfermedades.
A través de la Asociación para la Defensa del Paciente Psíquico “El Cribo”, y con el amparo del Cabildo insular, la Isla ha sido testigo durante esta semana de las posibilidades y mecánica tanto de la organización como de las dolencias mentales. La “Jornada de Puertas Abiertas” de ayer consistió en un recorrido por las instalaciones y por los diferentes talleres ocupacionales de la Asociación. Los numerosos asistentes tuvieron la oportunidad de informarse sobre el funcionamiento de estos talleres, así como de la labor que se está desempeñando en los mismos. Dentro de los horarios determinados, se establecieron visitas informativas guiadas por los alumnos de los talleres (jardinería y floristería) y los monitores responsables.
Las puertas abiertas, siempre
Según expuso para esta redacción Macarena Barreto, la coordinadora del evento, el día transcurrió a base conferencias y charlas informativas; uno de los puntos fuertes de la jornada fue la firma del convenio de colaboración entre los Centros Turísticos de Lanzarote y la nueva empresa de contratación de minusválidos. Con este acuerdo, Centros se compromete a realizar todos sus pedidos de materiales, logotipos y diseño a esta empresa; aumentará la oferta de trabajo para las personas que padecen algún tipo de discapacidad a la vez que fomentará la publicidad y beneficiará a El Cribo para que continúe desarrollando esta altruista labor. Altruista y necesaria ya que el número de personas que se atienden, tan sólo desde El Cribo, asciende a los 80 pacientes, que se dividen en los cuatro diferentes talleres ocupacionales. Más de 9.000 personas han pasado por la Unidad de Salud Mental de la Isla en los 17 años que lleva funcionando.
Durante la pasada semana la organización ya comenzó a calentar morotes. El viernes día 5 desplazaron una mesa informativa hasta la Calle Real para ofrecer información y los productos que los pacientes realizan en sus talleres. Por la noche organizaron diferentes charlas informativas y la velada concluyó con la actuación de la Coral El Cribo. Más de 120 personas, entre pacientes y familiares, asistieron el pasado sábado a la convivencia y la asociación ya está preparando la siguiente, que será durante este mismo mes de octubre.
Pero El Cribo apuesta por mantener sus puertas abiertas siempre, y no sólo en el “día de”. Por este motivo cuenta con un amplio programa de actividades culturales y educativas y ofrece servicios para sus pacientes como la asistencia psicológica o la posibilidad de que vivan en uno de los pisos asistidos en Arrecife. Jesús María Fernández, el presidente de El Cribo, explicó en Crónicas que son viviendas en que las personas que no tienen dónde estar pueden vivir de manera gratuita y disfrutar de un monitor que se encargue de ellos.
Salud mental en la Isla
El 2% de la sociedad lanzaroteña padece algún tipo de enfermedad mental, un índice que, aunque escalofriante, es similar al del resto del país. Teniendo en cuenta que en la Isla conviven unas 200.000 personas, el número de individuos que sufren alguna de estas enfermedades asciende a los 1.200. De ese porcentaje, un 1% de los lanzaroteños soporta trastornos mentales graves como esquizofrenias o enfermedades psicóticas agudas. El otro 1% se refiere a los habitantes que padecen el resto de patologías como depresiones o ansiedad.
Según explicó en esta redacción Jesús Martínez, trabajador social de la Unidad de Salud Mental de Lanzarote, los índices son “prácticamente idénticos a los del resto de islas y a los de la península”. Martínez añadió que mientras que el índice de trastornos mentales agudos a penas oscila con los años, “el número de hombres y mujeres afectados por el resto de patologías aumenta considerablemente con los años”.
Como todo lo realmente importante en esta vida, no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde. La salud es el aire del ser humano pero, cuando entra en juego el poder de la mente, puede perderse con demasiada facilidad. De momento no existe una vacuna que nos libre de caer en una depresión, ni un antídoto contra la esquizofrenia. Pero sí hay pautas, formas de vida y factores de riesgo que, de conocerse y practicarse, pueden evitar que caigamos en la trampa de las enfermedades mentales o que podamos continuar nuestra vida con normalidad. Los índices de personas que padecen algún tipo de mal mental son demasiado altos como para pensar eso de “no es posible que me pase a mi”.
