Los bomberos del Consorcio de Seguridad y Emergencias del Cabildo tuvieron que intervenir de nuevo este sábado para retirar los cascotes que se cayeron desde un edificio de la calle León y Castillo de Arrecife. Y no es la primera vez que lo tienen que hacer, y probablemente no será la última, puesto que la zona está plagada de viviendas y de locales que se encuentran en un estado deplorable, sin que se haya producido su lógica rehabilitación entre otras cosas para evitar que se produzca algún día una desgracia mayor de las que se han producido hasta la fecha.
Pasadas las diez de la noche los bomberos recibieron el aviso de que se estaba desprendiendo parte de la fachada de un quinto piso de la conocida como Calle Real, la principal arteria comercial de la ciudad.
Los agentes fueron inmediatamente a la zona, y con la ayuda del camión grúa consiguieron arreglar el balcón del que se desprendían las piedras. Como es habitual, retiraron todo lo que se fue desprendiendo y balizaron la zona con cinta para que la gente no pase por allí.
