viernes. 29.03.2024

Concluía ayer uno de los periodos más activos del empresariado lanzaroteño, las históricas elecciones a la Cámara de Comercio de Lanzarote, proceso que se inició hace nada menos que cinco años por la iniciativa y el afán de unos empresarios que creyeron en las posibilidades de Lanzarote para conseguir algo tan anhelado por todos ellos desde hace mucho tiempo como es la Cámara de Comercio de Lanzarote. Y ayer lo conseguían, no sin antes pasar por infinidad de problemas, que fueron desde el caos total hasta el desmayo del presidente de la mesa electoral.

Y es que como siempre la Consejería de Industria del Gobierno de Canarias ninguneó este proceso electoral estableciendo solamente una urna para la votación de más de 11.000 empresarios, la Cámara de Las Palmas dispuso de poco personal y el Gobierno de Canarias envió solamente a un funcionario, que fue quien tuvo el desfallecimiento en la tarde del miércoles, motivando la suspensión temporal de la cita electoral, que se alargó hasta pasadas las tres de la madrugada. La excepción en este caso la protagonizó el Cabildo, y la consejera de Industria, Lourdes Bernal, en su nombre, que puso a disposición de los empresarios todos los activos de la Consejería para que el proceso no fuera tan lento.

A pesar de todos estos inconvenientes, los empresarios no defraudaron y no dudaron en depositar su confianza en la plancha formada por la denominada, en un primer momento, Asociación Promotora de la Cámara de Comercio de Lanzarote y que posteriormente pasó a llamarse Promotora de la Cámara, que arrasó obteniendo 37 de los 40 compromisarios. Empresarios por Lanzarote, la otra plancha que se subió al carro de la iniciativa de los anteriores, fue la gran perdedora obteniendo solamente 3 compromisarios, después de impugnar un total de 173 votos por un error tipográfico. Mal perder, quizás.

Evidentemente los empresarios no defraudaron ni en participación, -se consiguió una participación muy alta-, ni en dar su apoyo a aquellos empresarios que trabajaron desde el principio duramente para que Lanzarote tuviera finalmente una Cámara de Comercio independiente de la de Las Palmas, permitiéndoles así continuar con su trabajo.

Terminan así unos comicios que se han vivido con tal intensidad que más bien parecían la primera cita de unos votantes con la democracia. Unas elecciones que concluyen definitivamente dentro de un mes cuando se conozca la composición del Comité Ejecutivo y el nombre del presidente de la Cámara, que salvo la conocida negativa de Eduardo Spínola, ninguno de los promotores reconoció que se hubieran manejado nombres, aunque ayer ya se hablaba de Jesús Fernández o Cándido Armas para ocupar este puesto.

Ahora toca dejar las rencillas y ponerse a trabajar para que la Cámara sea una institución seria que presta servicios esenciales en una Isla en la que las pequeñas y medianas empresas son vitales para la actividad económica. Hay que aparcar ya los malos modos y hablar de futuro sin rencores.

Toca luchar por la autonomía portuaria para Lanzarote, por la suspensión de las cuotas camerales y porque las relaciones con el resto de las cámaras insulares y del territorio nacional sean inmejorables. En definitiva, toca luchar por Lanzarote y por sus habitantes.

Los empresarios no defraudaron
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