sábado. 20.04.2024

Por J. Lavín Alonso

Y no me estoy refiriendo al “simpático” acrónimo que se ha sacado de la manga el prestigioso Financial Times, ni a su reciente afirmación de que los tales “ya no vuelan”, sino a la acepción lisa y llana en la lengua inglesa. En efecto, si por una extraña e imprevisible mutación de la teoría darwinista, los “pigs” de la actual crisis volasen, acabarían por oscurecer el sol.

Hay ocasiones en que la proverbial flema británica, unida a su peculiar sentido de humor, se conjugan en un exceso de agudeza para acabar traspasando la barrera del buen gusto y caer de lleno en la insolente impertinencia. Una buena muestra de ello es recurrir a un juego de palabras entre las iniciales de cuatro países europeos y el vocablo cerdo en su idioma. Tampoco perdonan ocasión los hijos de la Gran... Bretaña para lanzar cargas de profundidad contra España, esta vez poniendo en solfa su situación económica, junto con la portuguesa, italiana y griega. Es la clásica puesta en práctica del viejo aforismo aquel de “la paja en el ojo ajeno...”, ya que la megacrisis actual es obra de pigs anglosajones, no mediterráneos, guste o no al FT, que a publicado las criticas mencionadas días después de que el Banco de Inglaterra certificase que la inflación allí superaría el 5% que su economía tendría un crecimiento mínimo o negativo y habría un desplome inmobiliario.

Sostenía Marx - Carlos, no Groucho - que en sus contradicciones internas llevaba el capitalismo el germen de su propia destrucción. Una diagnosis que no resultó muy acertada, al menos a lo largo de mas de siglo y medio, pero también es cierto que tanto va el cántaro a la fuente, que al fin se rompe, o casi. El economista Adam Smith era, a su vez, partidario de la teoría del “laissez faire” en lo tocante a la economía y el libre mercado, con la menor intervención posible del estado. Esta norma parece ser que se había venido respetando, mas o menos, hasta ahora, cuando vemos que los gobiernos de USA y Gran Bretaña se han pasado las reglas del neoliberalismo por el arco de triunfo y han inyectado centenares de miles de millones de dólares - intervencionismo puro y duro - para salvar del desastre y la falta de liquidez a empresas como Lehman Brothers, Merry Lynch, Bearn Stearns, así como Fannie Mae y Freddy Mac - que suenan mas a nombre de hamburguesería que a firma financiera., y todas ellas de resonancia anglosajona, no mediterránea, con la venia del FT.

En resumen, que estos gobiernos han socializado las pérdidas de unos pocos con el dinero de todos y a vivir, que son dos días. De esta forma, los fulleros del dinero fácil se van a ir de rositas y nadie vestirá el pijama de rayas que tan merecido tienen. Si volvemos la mirada al pasado, veremos como tras el derrumbe de Wall Street, en el famoso “crack” de 1929, hubo un pánico generalizado, seguido de una ola de suicidios, pero nadie inyectó ni un centavo. Tal vez sea porque entonces había más vergüenza que ahora. Por eso afirmo que estos pigs de estirpe foránea no vuelan, que si lo hicieran...

P.D. Tampoco vale eso de lavarse las manos y echar la culpa a otros del desastre, aunque tengan gran parte de ella, como hacen nuestros propios. Como decía el revolucionario Saint Just: Nadie gobierna enteramente libre de culpabilidad.

Los pigs no vuelan...
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