-Dentro de poco más de una semana se celebran las elecciones municipales y autonómicas.
-Si, el esfuerzo ya empieza a hacerse patente. Estas dos últimas semanas lógicamente son apuradas en cuanto a trabajo.
-La situación en el Cabildo y en el Ayuntamiento de Arrecife continúa muy tensa, sin embargo parece que el pueblo busca en estos comicios una esperanza...
-Es que yo creo que esa es la clave de las próximas elecciones. Yo donde quiera que voy, con quien me encuentro e incluso siendo consciente de que la mayoría de la veces aquellas personas frente a las que me siento, con las que hablo, ni siquiera me van a votar, que no sienten una simpatía por mis siglas, pues le digo que acudan. El pueblo de Lanzarote tiene que protestar de alguna manera y con su elección libremente a lo que ha sucedido en estos últimos cuatro años. En ese sentido, yo creo que mi partido puede presumir de haber hecho una regeneración, una renovación y de presentar gente ilusionada que transmite al mismo tiempo seriedad y formación.
-¿Cómo valora la encuesta publicada por el Centro de Datos del Cabildo?
-Lógicamente es que ni la miré, como tampoco he mirado otras encuestas que eran más positivas. En ese sentido, yo me despreocupo porque entiendo que lo que tengo que hacer es trabajar y contactar con las personas y ganarme la confianza de los lanzaroteños. Pero lo que está claro es que la encuesta se publicó dos semanas después de finalizado el trabajo y entiendo, y la mayoría de los lanzaroteños entienden, que si los resultados de esa encuesta hubieran sido otros, probablemente al día siguiente habría sido publicada. Luego hubo un proceso...
-La tabulación.
-Lo penoso es que la señora Rojas haya utilizado material y profesionales del Cabildo para realizar esta labor.
-No obstante, ustedes también tienen sus propios sondeos orientativos.
-Si, yo creo que las últimas encuestas databan del año pasado y, bueno, no nos dejaban para nada mal parados. Pero como le digo ya en esto...
-¿Y la encuesta personal que usted hace de su contacto diario con la gente con la que se reúne, qué le dice?
-Sobre todo que hay unas enormes ganas de cambio, de dar el ‘carpetazo' al ciclo político que Lanzarote ha vivido, y que ha sido improductivo por otra parte, durante estos últimos cuatro años. Cuando venía hacia Arrecife lo pensaba, qué es lo que se ha hecho en Lanzarote, qué es lo que se ha defendido en Lanzarote, qué se ha apoyado en Lanzarote que no sea, entiendo, especulación, construcción y cemento.
-¿Cómo cree usted que se logrará ese ‘carpetazo' del que usted habla.
-Hombre, yo creo que con voluntad. Muchos de los problemas, y la mayoría en general de la problemática de las personas de los barrios, de los diferentes pueblos, se soluciona teniendo voluntad. Si uno se acerca a ellos, a las personas, a los lanzaroteños, y le comentan un problema, lo más lógico es que con voluntad y con ganas se resuelva. Pero lógicamente no hemos tenido una clase política que esté a la altura de las circunstancias.
-Ese es el gran problema, pero ¿cómo se anima a la población a votar viendo el panorama político que existe en la Isla?
-Yo hago una animación partidista. Lógicamente yo los esfuerzos que hago, los hago barriendo para casa como es lógico. Pero yo creo que es verdad que el Partido de Independientes de Lanzarote guste o no guste, caigamos simpáticos o no caigamos simpáticos, les guste nuestro programa o no le guste, seamos más cercanos o más distantes, yo creo que es la única fuerza política, y eso lo valora muchísimo la gente, especialmente en Arrecife lo he vivido durante estas dos semanas que llevo ya de intenso pateo, y aún cuando no nos vayan a votar algunos de ellos, que hayamos sido capaces de regenerarnos y de ofrecer una imagen diferente.
-Un caudal importante de voto del PIL estaba en el interior, los agricultores o lo que queda de ellos era un voto fiel y hasta ciego por la fidelidad que tenían hacia las siglas del partido y hacia su padre. ¿Esto se mantiene hoy o usted es más de la capital?
-No, no, yo recorro toda la Isla. Ya llevo casi dos meses de sondeos por los diferentes pueblos de la Isla. Es verdad que la parte interior de Lanzarote, los campos de Lanzarote, se han sentido muy protegidos por el PIL, porque ha sido el único partido que realmente hizo en su momento una política agrícola que llegó en últimos términos a mal puerto, pero no por voluntad nuestra. De todas maneras yo estoy muy confiado en que el voto del PIL que ha sido fiel siempre se mantenga.
-Me alegra que sea usted tan optimista, ¿pero ese optimismo nace de una serena reflexión?
-No, no. Yo creo que usted en estos pocos meses que llevo ya de recorrido político ha podido captar qué tipo de personalidad tengo. En su momento lo dije, no quiero comparaciones, y muy lejos de comparaciones, destaco por ser un joven bastante reflexivo y tranquilo. Soy poco vehemente.
-¿Pero en la política a veces hay que ser vehemente?
-En la política hay que ser reflexivo y estar ilusionado, la vehemencia puede conducir a error. Y tengo clarísimo que en política se está también para cometer errores. Pero espero que sean errores que se cometen después de reflexionar.
-No, por vehemencia me refiero a tener las ideas claras acerca de por lo que hay que luchar. Vehemencia para lograr esos objetivos.
-Por supuesto.
-¿Cuál es su peor handicac de cara a las elecciones?
-Yo es que, como decía usted, viendo el panorama que hay y sin sonar prepotente yo no siento ningún tipo de complejos. Creo que soy joven, que a lo mejor no tengo un recorrido político extenso pero creo que eso en vez de servir de contra, me va a servir como un acicate para estar ahí que se valora positivamente. Yo creo que no tenemos por qué tener complejos con respecto al resto y creo que vamos a estar en el lugar que siempre estuvimos.
-Es decir, en el número uno.
-Yo no me tengo que conformar con el número dos, lo tengo clarísimo, y voy a luchar por ser el futuro presidente del Cabildo. Lógicamente...
-¿Sueña con eso?
-No, no, para nada. Es una enorme responsabilidad, me llenaría de orgullo pero lógicamente al final son los lanzaroteño quienes deciden. Yo, y ya se lo he comentado a usted más de una vez, afortunadamente la parte profesional la tengo salvada, no necesito llegar al Cabildo ni por prestigio social ni ya por una cuestión de egoísmo personal. Se lo he comentado más de una vez, yo he vivido lo bueno de la política y he vivido y estoy viviendo lo malo, y en uno o en otro siempre he sido el mismo.
-Yo sé de alguien que se volvería loco, su padre.
-¿De que yo lo fuera? Sinceramente creo que mi padre jamás se marcó que yo fuera presidente del Cabildo y tampoco creo que él vea en mi una continuación de él mismo, ni mucho menos. Lo digo porque incluso el otro día la elección en el partido fue libre, nadie coaccionó a nadie, yo creo, y está mal que yo lo diga, a lo mejor reúno los méritos para estar aquí y por lo menos el otro día, incluso compañeros que en un principio estaban indecisos con mi elección, me dijeron que me había ganado su respeto con el trabajo que estoy desempeñando.
