“…Aunque en realidad en mis documentos aparece que vine al mundo en
Arrecife, el 15 de mayo de 1955, yo nací, verdaderamente, aquel 28 de
noviembre de 1978, en la cubierta del barco Cruz del Mar, porque me salvé
de forma increíble del acto más bárbaro que he conocido en mi vida…”. Así
se manifiesta en el prólogo del libro “Cruz del Mar, treinta años
después”, Miguel Ángel Rodríguez García, uno de los tres supervivientes
de aquella masacre que acabó con la vida de siete pescadores canarios y
que cambió por completo su existencia.
Rodríguez, que ha sido fundamental en la elaboración de este homenaje a
los marineros muertos en el Cruz del Mar, se considera víctima del
terrorismo sin indemnizar porque desde ese 28 de noviembre de 1978 “mi
vida cambió por completo, me alejé del mar, abandoné mi profesión de
pescador aterrado ante la idea de que pudiera volverme a ocurrir lo mismo
mar adentro y desde entonces me trato y vivo gracias a la ayuda del
psiquiatra y de una psicóloga”. “Día a día intento superar todo con el
apoyo familiar y con dos pilares que me sustentan: Anapanil y Anapryl (mis
pastillas). Mis compañeros y yo somos las víctimas de este horror, que no
se terminó el 28 de noviembre de 1978, sino que continuará en mi memoria
hasta el final”, declaró Miguel Ángel Rodríguez durante la presentación de
la segunda edición de “Cruz del Mar, treinta años después” el pasado
viernes, en el salón de actos del Archivo Municipal de Arrecife.
De este modo, Miguel Ángel Rodríguez relataba en primera persona su amarga
experiencia, terminando su sentida exposición con los agradecimientos
tanto a la senadora del PP por la Comunidad Autónoma de Canarias, Loly
Luzardo, presente en el acto, que ha luchado por conseguir la modificación
de la Ley de Víctimas del Territorio, para que estos marineros sean
considerados víctimas del terrorismo “y no de un accidente laboral”, como
a la concejal de la Agencia Local de Desarrollo, Isabel Mesa, que
aprovechó su comparecencia para informar del concurso público que se está
preparando para elegir la escultura que lucirá la ciudad de Arrecife en
homenaje a las víctimas del Cruz del Mar.
Así, Isabel Mesa adelantó que las Concejalías de Parques y Jardines y de
la Agencia Local de Desarrollo, del Ayuntamiento de Arrecife trabajan en
la actualidad en el procedimiento para convocar un concurso público
destinado a elegir una escultura “en homenaje a los marineros y pescadores
que han promovido el crecimiento de esta ciudad y, en especial, como
tributo a las víctimas del Cruz del Mar”.
Mesa añadió que la obra que resulte ganadora será instalada en la ciudad
de Arrecife y, “previsiblemente, su ubicación estará en los aledaños de la
barriada marinera de Valterra que, por su tradición pesquera, y por las
circunstancias de contar entre sus vecinos con familiares de los
fallecidos en el Cruz del Mar, hacen del mismo el lugar propicio paras su
emplazamiento final”.
Uno de los capítulos más negros de la historia de Lanzarote
El alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, agradeció a los autores de este
libro su trabajo que, en definitiva, consigue que 30 años después de esta
masacre “no olvidemos uno de los capítulos más negros de la historia de
esta ciudad”. En este sentido, el primer edil se mostró confiado en que
finalmente, y gracias a la modificación de la Ley de Victimas del
Terrorismo, “consigamos que estos héroes sean considerados víctimas del
terrorismo e indemnizados como se merecen, económica y moralmente”.
Por su parte, el concejal de Cultura, Lorenzo Lemaur, recordó en su
intervención el momento en que tuvo conocimiento de lo ocurrido, una
masacre “que afectó a toda la población de Lanzarote y, fundamentalmente,
a los familiares de los pescadores que iban en ese barco”. Lemaur felicitó
a los autores del libro, Juan Antonio de la Hoz y el cubano Mario Luis
López, animándoles a continuar contando el drama del Cruz del Mar y
evitando así que las generaciones venideras desconozcan una historia que
marcó el presente y futuro de los arrecifeños.
La segunda edición del libro “Cruz del Mar, treinta años después”, ha sido
publicada por la editorial Benchomo y cuenta con la colaboración del
Ayuntamiento de Arrecife y el Cabildo de Lanzarote. La obra pretende,
además de contar fielmente un episodio trágico de la historia reciente de
Arrecife, servir como homenaje a los marineros asesinados en aquella
masacre, y a los supervivientes de la misma.