jueves. 18.04.2024

Fotos: Dory Hernández

Tres de los colectivos más desprotegidos en el ámbito mundial, las mujeres, los ancianos y los niños han sido los elegidos por Cruz Roja para formar parte de una exposición que este lunes se inauguró en la sede de la ONG en Lanzarote y que viene precedida por su éxito en otras localidades canarias. La muestra itinerante se llama “Miradas del Mundo” y permanecerá en la Isla hasta el próximo 10 de septiembre.

Javier Camacho Ramos, coordinador de Intervención Social de esta institución, explica que el balance tras su paso por muchos municipios grancanarios ha sido excelente; lo mismo que espera que ocurra en Arrecife y posteriormente en Fuerteventura, que será la isla a la que se traslade una vez finalizado aquí su cometido. Comenta que “ha habido miles de visitas y Cruz Roja está muy contenta por el impacto que vemos que ha provocado en la gente que se ha acercado a verla”. Explica que tienen un libro en el que los visitantes van dejando sus opiniones y valoraciones y no han dejado de sorprenderse de los efectos y sentimientos que estas fotografías han despertado. Comenta expresamente el caso de un mauritano que con su todavía defectuoso castellano, intentaba explicar que lo que mostraban las imágenes reflejaba con exactitud la realidad que él veía todos los días y que le impulsó a abandonar su país.

Ésta no es la primera exposición que realiza Cruz Roja y responde a su constante labor de sensibilización sobre distintas temáticas. Por eso, este año se centraron como objetivo fomentar la cooperación internacional. Camacho asevera que “esta ONG lleva muchos años trabajando este tema y es uno de los objetivos en Lanzarote así que por eso estamos haciendo este esfuerzo”.

Niños con armas

Cruz Roja se ha decantando por los colectivos de la infancia, las mujeres y los mayores porque siguen siendo tres de los grupos más desfavorecidos en el mundo. Para que la sociedad llamada civilizada se conciencie de lo que pasa en otros lugares del planeta, la exposición muestra imágenes de niños muy pequeños trabajando o portando armas, algo que sin duda impacta en las conciencias y hace que los ciudadanos que no viven en el tercer mundo sean capaces de despertar su conciencia. “A veces no queremos darnos cuenta de las tremendas diferencias que hay entre el norte y el sur”, asegura el coordinador de Intervención Social de Cruz Roja.

La ONG tuvo claro desde un primer momento que estos sectores de la población tenían que ser los objetivos de la exposición y así se decidió por unanimidad. Camacho comenta que “salvando las distancias, las mujeres, los niños y los ancianos también son los colectivos más desfavorecidos en el primer mundo”, aunque evidentemente aquí no tenemos que padecer lacras como la ablación a las mujeres o la desasistencia total a los ancianos. “En España no nos podemos quejar porque somos muchas las personas que trabajamos para mantener la sociedad de bienestar”, explica.

Ancianos en el primer mundo

Curiosamente en el mundo civilizado en el que creemos vivir se ha perdido la consideración por uno de los colectivos que más respeto suscita en los sistemas más pobres del mundo, los ancianos. “Las personas mayores son muy vulnerables aquí y todavía hay mucho trabajo que hacer con ellos”, comenta Camacho. Dice que “han perdido el protagonismo en favor de los jóvenes, guapos, con éxito y dinero, cuando todos deberíamos aprender de la experiencia de las personas mayores”.

El responsable de “Miradas del Mundo” cree que este tipo de exposiciones genera distintos tipos de respuesta y hay gente a la que le toca la conciencia y en cuanto salen están pensando qué pueden aportar para mejorar las cosas y también los hay que cinco minutos después de cruzar la puerta de salida ya han olvidado lo que han visto.

Normalmente los visitantes que acuden a este tipo de exposiciones son de distintos perfiles, desde los que suelen acudir a todos los eventos solidarios que conocen a ciudadanos que pasan por casualidad.

Canarios solidarios

En un lugar como Canarias, en el que estamos acostumbrados a vivir a diario el drama humano de la inmigración, la población está siendo cada vez más sensible a otro tipo de tragedias, algo que la está convirtiendo en un grupo de ciudadanos implicados en distintas causas sociales. En opinión de Camacho, “la gente está dando muchas muestras de su carácter solidario, de ser un pueblo que acoge a la gente que viene de fuera y la integra como si fuera uno más”.

Por eso, es habitual y algo que agradecen los organizadores de la exposición que los que se acercan a la exposición reflejen sus opiniones en el libro instalado a este efecto y que sobre todo, los integrantes de los colectivos aludidos, infancia, mujeres y ancianos muestren lo que estas imágenes de sus congéneres han despertado en ellos.

Miradas de mujeres, niños y ancianos en Cruz Roja
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