Por Andrés Chaves
1.- En los tiempos en que vivimos, a casi nadie se le ocurre montar una empresa, pero si así fuera, piense usted que el tiempo medio para que una nueva mercantil funcione en España son 46 días. El diario "El País" publicaba una interesante estadística anteayer. En Nueva Zelanda usted puede registrar su empresa y ponerla a funcionar en un día, igual que en el Canadá; en seis días en los Estados Unidos y en Portugal; en siete días en Francia y en diez en Holanda, en Italia y en Noruega. Los datos son del Banco Mundial, que coloca a España a la cola de países con más requisitos para crear una sociedad de entre los de la OCDE. Se encuentra España también en la cola a la hora de dar facilidades para hacer negocio. Aquí al que triunfa le acusan casi siempre de dar un pelotazo y de corrupto. Por eso estamos en el número 49 de países donde es fácil invertir. A la cola. El primero es Singapur, el tercero Estados Unidos, el cuarto Hong Kong, el quinto Dinamarca, Francia se encuentra en el puesto 32 y España la última, en el 49.
2.- Ya saben ustedes que para montar una empresa lo primero que tenemos que hacer es solicitar el nombre en el Registro Mercantil Central. Cinco o seis días después, vamos a la notaría y constituimos la sociedad, pero debemos aportar no sólo el certificado del nombre, sino el ingreso bancario justificativo de haber aportado el capital social mínimo, más los DNI de los socios o los CIF si se trata de sociedades. En este último caso, también los poderes de los autorizados a firmar. Antes hemos tenido que abrir una cuenta en el banco, pero no podemos hacerlo sin la escritura y el CIF de la sociedad que se está constituyendo, por lo que el banco procede a abrir una cuenta provisional para el ingreso del capital mínimo. Una vez redactada la escritura y creados los estatutos sociales, todo va al Registro Mercantil, que tarda unos cuantos días, según el trabajo que tenga, en inscribirlos. Tenemos que pasar también la escritura por la Agencia Tributaria y por la Consejería de Hacienda del Gobierno de Canarias y liquidar, en su caso, los correspondientes impuestos.
3.- Esto se lo cuentan ustedes a un tipo de Singapur y se echa las manos a la cabeza. En España se complica todo, se eterniza todo, se enreda todo. La complejidad del procedimiento se hace absurdo, lo mismo que la duplicidad de las administraciones que intervienen en el proceso de constitución. Todo se hace tremendamente lento, ridículo. Montar una sociedad debería despacharse en un día, con la colaboración de la informática. Pero aquí, no. Cuantos más papeles, mucho mejor.