miércoles. 24.04.2024

1.- Juan-Manuel García Ramos ejerció de periodista, que lo es (yo tuve el honor de entregarle su carné), anteayer, mientras caminaba por La Laguna, no serenateando a su Luna, como Braulio, sino tempranito. Resulta que el “Loro Parque” se quería llevar dos viejos eucaliptos de San Diego y que el Ayuntamiento de La Laguna, incluso, había autorizado arrancar uno de ellos, en los tiempos jardineros de Javier Abréu. No quiero abundar en la información que se publica en portada, con todo lujo de detalles. Si ustedes pinchan sobre las imágenes de la autorización municipal podrán leer claramente los argumentos peregrinos expuestos en la sesuda y enrevesada exposición de motivos del permiso. Este país no tiene remedio. Y resulta que Juan-Manuel, que andaba por allí, vio la operación y pudo abortarla, sólo preguntando y haciendo dos llamadas. O sea, como un buen ciudadano y como un buen periodista. Cambio de tercio para decirles que mañana o pasado o el otro les hablaré –espero algunos datos— de un edificio construido en lo alto de Valleseco, de dos empresas en concurso y de unas sentencias ganadas por quienes entregaron cantidades importantes por sus pisos, que no han sido devueltas. Gente conocida de Santa Cruz y empresario hindú de altos vuelos, que participaba en la empresa que compró los terrenos y que se subrogó en las obligaciones de otras empresas promotoras de las viviendas que posteriormente se fueron a concurso. No va a quedar muy bien parado este empresario hindú, que sale mucho en los periódicos como un gran financiero. Pues si es un gran financiero, las empresas de su entorno deberían cumplir las sentencias. Digo yo. Yo creo que cuando reúna la información que me falta, el currículo empresarial del indio va a quedar un poco cojo. A ver si consigo esta información, coño, que a veces me fallan los sospechosos habituales, como se decía al final de la película “Casablanca”, entre la bruma y el avión de Ilsa Lund despegando. Ay.

2.- Ayer fue un día de locos. Me coloqué el pijama a cuadros desde por la mañana y me vine a duchar a las diez de la noche. Aunque uno esté jubileta, esta profesión parece que no se muere –ni uno tampoco–. Agoté dos baterías de teléfono, le eché de comer a las perritas como todos los días, me pasé el día en el ordenata, soporté el calor soporífero de Santa Cruz, pero obtuve la gracia de no salir a la calle, por lo que no olí las meadas, rancias ya, del puto Carnaval. El otro día fui a pasear a “Happy” –la perrita de mis hijas–, por la plaza de esa iglesia que está en 3 de Mayo, que no sé cómo se llama, y el pestazo era de tal calibre que hasta la perra se mandó a mudar de allí, como diciéndome: “Huele tú, si quieres, que yo me voy”.

3.- Parece que han mandado a la nevera al árbitro germano-turco del partido entre el Barcelona y el PSG, por cinco errores graves que favorecieron al equipo catalán. ¡Qué hubieran dicho los culés si el rival hubiese sido el Real Madrid y el árbitro se hubiera equivocado lo mismo, pero a favor de los que visten de blanco! Difícilmente este tipo dirigirá más partidos de Champions, me da que el italiano Pierluigi Collina, que es el jefe de los trencillas de la UEFA –él fue un gran colegiado, el mejor del mundo—, deje sin castigo a tamaño personaje, que se llama Deniz Aytekin.

Mucho empresario hindú, pero escasamente formal
Comentarios