jueves. 28.03.2024

Descreo de las encuestas como el que más, y estoy cansado de pronunciarme en esta misma tribuna sobre mi nula fe en religiones como la Sociología, la Demoscopia o la Sociometría. Pero ocurre que en esta ocasión coinciden los sondeos con mis modestas corazonadas electorales, que hasta el día de hoy no me han engañado nunca (al contrario que los políticos): el descalabro en las urnas del PSOE en las próximas e inminentes elecciones regionales, cabildicias y municipales va a ser de los que marcan época y registros negativos. Tampoco hay que ser zahorí (o “sajorín”, por decirlo en canario) para ver o barruntar en esta ocasión lo que ya se ven venir hasta los ciegos… y los cegados por el sectarismo partidista (la peor de las cegueras, como es triste fama).

Incluso periódicos tan poco sospechosos de antisocialismo como El País dan por cantada ya esa debacle electoral. El citado diario titulaba de esta guisa el pasado domingo: “Las encuestas anuncian el mayor descalabro de la historia socialista”. Otra cabecera, como la de El Mundo, publicaba en la misma fecha otro macrosondeo que vaticina que “el PP supera al PSOE en 18,4 puntos en la recta final de la legislatura”. El rotativo de Pedro J. Ramírez aportaba además algunos datos que, de confirmarse en mayo, serían más que significativos: “Rajoy tendría hoy mejores resultados que Felipe González en 1985. Zapatero sacaría menos votos que Joaquín Almunia en el 2000”.

Tan convencidos están tirios y troyanos del cantado desastre electoral de lo que va quedando del PSOE que ya hasta los oportunistas barones psoecialistas de provincias se desmarcan descaradamente de la negra sombra de ZP, y medios de comunicación tan afines a la causa como el mencionado El País toman igualmente distancia del todavía presidente español. En caso de duda, véase y léase no más lo que editorializaba este mismo lunes el periódico de PRISA: “Si los pronósticos se cumplen y el partido socialista sufre una severa derrota, Zapatero habrá empleado ya todos los instrumentos de los que teóricamente disponía para ofrecer una respuesta de altura. Una nueva remodelación del Gobierno resultaría insuficiente, salvo que implicara la renuncia del propio Zapatero. Y aun en este supuesto, como en el de un hipotético adelanto electoral, el partido socialista tendría que resolver el problema de la elección de un nuevo líder”. Más claro, ni el agua clara. Al cuentista ZP no le creen ya ni en su casa.

A escala regional canaria, las encuestas publicadas hasta hoy coinciden y recalcan la mayor: resbalón mayúsculo del PSOE. La que daba a conocer la edición regional para Canarias del ABC adelantaba un “Giro en las islas”. O sea, un vuelco electoral: “El PP crece en las dos capitales, cae el PSOE y CC conserva Santa Cruz de Tenerife”. Según este sondeo del diario monárquico, “Las Palmas de Gran Canaria [donde gobierna actualmente el socialista Jerónimo Saavedra] vuelve a manos del PP”. Asimismo, la encuesta apunta que “Soria es el más conocido, y José Miguel Pérez no acaba de arrancar”.

De Lanzarote, ni les cuento. Ya hemos narrado al detalle en qué ha convertido el todavía sectario (secretario, perdón) general a su partido en esta pobre islita rica sin gobierno conocido: un desierto ideológico, una secta de adoración exclusiva al líder, un erial, un páramo, un secarral (como le gusta decir a Don Pepito Rodríguez de su odiada Gran Canaria) ayuno o huérfano de debate. Son las máximas elementales del tal Espino: “O estás conmigo, o estás contra mí”, “O eres de los buenos (del PSOE), o eres de los malos (facha, corrupto)”. Ese diálogo guerracivilista que el impoluto imputado cree que le renta electoralmente será su tumba política, pues en una isla donde sólo cuentan con un alcalde con mayoría (simple), no sólo perderán ese Ayuntamiento de Tías, sino incluso la más mínima posibilidad de entrar a formar grupo de gobierno con ninguna otra sigla en ninguna otra institución. Ergo, es fácil ir contando los telediarios que le quedan al sectario (secretario, quise decir) del PSOE en ese cargo que él ha trocado en una carga para lo que va quedando de ese partido hoy irreconocible para todos los que alguna vez fuimos o votamos como socialistas convencidos (yo me sigo teniendo por tal, y precisamente por eso no milito en ese club en donde permiten la entrada a elementos como los nombrados).

NOTA AL MARGEN (o no tan al margen): Leídos casi todos los sondeos publicados en la prensa de papel, me llama especialmente la atención que ninguna de esas empresas demoscópicas haya preguntado por el “partido” que a buen seguro volverá a obtener la mayoría en toda España y parte del extranjero: el de la abstención. Y eso que el abstencionista convicto y confeso suele ser de la rara especie del “Sí sabe/Sí contesta: Y no vota a ninguno”. Las empresas trabajan para los medios, y los medios están mediatizados por los partidos, y unos y otros tienen y mantienen la consigna de que si no se nombra la bicha abstencionista a lo mejor se muere ella solita. Pero toca la casualidad que goza de mejor salud que nunca, precisamente porque la que está enferma es la misma democracia que han corrompido esos mismos políticos que ante la creciente abstención practican la política del avestruz. Pero cerrar los ojos cuando la bala está en el camino de tu frente no evita el balazo y sus consecuencias. ([email protected]).

PSOE: Crónica de un derrota merecida
Comentarios