El candidato a la Presidencia del Gobierno autonómico por Coalición Canaria, Paulino Rivero, advirtió este martes, durante su discurso de investidura ante el Parlamento, de que no contarán con el Ejecutivo quienes pretendan convertir la legislatura "en un interminable pleito postelectoral", al tiempo que pidió que el diálogo y la voluntad de propiciar consensos se impongan a las descalificaciones y a la crispación.
AGENCIAS
Así lo manifestó el candidato nacionalista en el discurso con el que este martes comenzó en el Parlamento de Canarias el debate de investidura del presidente autonómico para la séptima legislatura, en la que previsiblemente Paulino Rivero contará con el apoyo de los 19 diputados de su grupo y de los 15 del Partido Popular (PP).
Rivero dijo al inicio de su intervención que la campaña electoral "es el pasado y esta legislatura es el presente y el futuro", ya que "el tren ha echado a andar y no va a esperar por los rezagados". No hay tiempo que perder y por lo tanto no se puede despilfarrar "con pleitos de siglos pasados o con discursos que pretenden, egoísta e irresponsablemente, echar a pelear a los canarios de unas islas contra los de otras", manifestó.
El candidato expresó su convicción de que ésta será "sin duda la legislatura que situará a las personas en el centro de la política" y subrayó que "este es el Parlamento que han querido las urnas y donde están legítimamente representados todos los canarios y todas las islas". Animó Rivero a los canarios de las islas y del exterior a que crean en Canarias "sin complejos y con decisión" y que sólo es posible desde la unidad, ya que "no podemos condenar a esta tierra al enfrentamiento ni a un pleito que simboliza el peor residuo del siglo XIX".
Los mensajes destructivos y devastadores "nos debilitan, desanimando además individual y colectivamente a los agentes sociales y económicos", sostuvo el candidato, para quien el problema radica en "abonar la división" y la solución es "apostar por la unidad".
"Canarias tiene su propio calendario político"
Paulino Rivero se refirió además a que "los mismos que plantearon las elecciones autonómicas como unas primarias de las generales ahora plantean las generales como si de una segunda vuelta de las autonómicas se tratara", lo que rechazó porque "Canarias tiene su propio calendario político" que no se puede detener "en otros escenarios".
Creer en Canarias es trabajar por el equilibrio social y también "por los insulares", dijo Rivero, quien animó a no mirar "con recelo" a los agentes sociales, sino ver en ellos una fortaleza para el buen Gobierno colocando "el interés común de los canarios por encima de sus ideologías o afinidades". Rivero transmitió "un mensaje de ilusión, esperanza y futuro" a trabajadores, empresarios e instituciones y señaló que buscará el consenso político y social para afrontar los grandes retos de Canarias, ya que el acuerdo no es una sólo una opción sino una "obligación histórica".
Respecto a las relaciones que mantendrá con la administración estatal, el candidato nacionalista consideró que las legítimas demandas de la Comunidad Autónoma deben ser escuchadas y atendidas por el Estado "sea cual sea el color político del Gobierno autonómico y sea cual sea el color político del Estado". Afirmó que cuando las administraciones se sientan en una mesa de negociación son el criterio de justicia y la razón política las que deben presidir las conversiones y aseguró que con ese espíritu enfocarán las relaciones con el Estado.
"Con flexibilidad pero también conscientes de que nada ni nadie puede acallar, menospreciar o amordazar las justas reivindicaciones de una realidad de la que participan más de dos millones de ciudadanos", aseveró el candidato.
