El ex líder del PSOE Pedro Sánchez ha ganado este domingo las primarias socialistas con el 49,61 por ciento de los votos de los militantes, frente al 40,32 por ciento de Susana Díaz, una vez escrutado el 81,65%. Patxi López, por su parte, tiene el 10,07 % de los votos de las bases.
Menos de ocho meses después de su dimisión Pedro Sánchez ha recuperado la secretaría general del PSOE tras imponerse de forma clara, y de forma inesperada, a Susana Díaz en las primarias. En una votación en la que han participado más del 80% de los 187.949 militantes del PSOE, Sánchez se ha impuesto con más del 50% de los votos y diez puntos de ventaja sobre la presidenta de la Junta de Andalucía.
Contra todo pronóstico ha sido de una noche electoral más rápida y menos ajustada de lo esperado. Desde antes incluso de que a las 21 horas empezase a hacerse público el recuento oficial empezaban a llegar los datos de las primeras agrupaciones. Y en todas menos en las andaluzas Sánchez se imponía de forma contundente. Mucho antes de lo previsto se han empezado a conocer los resultados de algunas agrupaciones y se ha disparado la euforia entre las filas sanchistas. Un dato que ha dado comienzo al optimismo fue la victoria de Sánchez en Vigo, el feudo de Abel Caballero, uno de los grandes apoyos de Susana Díaz.
Las papeletas de Sánchez han sido las más requeridas por los militantes en 16 de las 19 federaciones socialistas. Desde el equipo de Sánchez se ha asegurado antes de las 21.30, cuando el escrutinio global superaba el 70%, que Díaz ya había llamado a su rival para felicitarlo. Por territorios, López habría ganado en el País Vasco y Díaz en Andalucía y Aragón. Mientras que Pedro Sánchez se habría impuesto en todas las demás. Entre los desplazados en América ha ganado la presidenta andaluza, mientras que en Europa se había impuesto Sánchez. Por provincias, Sánchez ha sido el candidato más votado en 37.
Sánchez recuperará su despacho en la calle de Ferraz. Y lo hará porque ha conseguido tener un resultado muy homogéneo en todo el territorio nacional. Eso, unido a su amplísima victoria en Cataluña le ha servido para compensar de sobra la ventaja que Díaz ha logrado en Andalucía. Sánchez ha barrido a su rival en Cataluña con el 80% de los votos. Pero su victoria se construye en otras dos claves. La primera es que ha ganado en Castilla La Mancha y en Extremadura. Dos regiones de una importancia histórica fundamental para los socialistas, y en la que tanto Emiliano García Page como Guillermo Fernández Vara habían apoyado desde el principio y sinfisuras a Díaz. Y la segunda clave es el buen dato de Sánchez en Andalucía, donde pese a la cómoda victoria de Diaz los sanchistas logran su objetivo de situarse en torno al 30% de los votos. Sánchez infringe además un duro golpe a otros de los principales apoyos de Díaz. En el Principado de Asturias, donde el líder es el presidente de la gestora, Javier Fernández, Sánchez ha ganado de forma mjuy clara, al superar el 50% de voto. Y más contundente todavía fue su victoria en la Comunidad Valenciana, dirigida por Ximo Puig, donde superó el 60% de los votos.
Esas cuatro baronías, en las que el PSOE gobierna, han sido los grandes apoyos de la presidenta andaluza. De los barones que la apoyaban ninguno ha logrado la victoria. Tampoco Javier Lambán en Aragón, que durante toda la noche fue por delante en el escrutinio pero que finalmente cedió ante los sanchistas.
Con la victoria de Sánchez el PSOE entra en una etapa incierta, ya que se había enfrentado a la mayoría de instancias del partido. Y el futuro de los barones territoriales es una de las principales incógnitas. Pero no ha habido que esperar para que las primeras consecuencias se dejasen sentir. Antes de las diez de la noche Antonio Hernando ha llamado al presidente de la gestora para presentarle su dimisión como portavoz socialista en el Congreso de los Diputados. Sánchez ya había anticipado su intención de sustituir a quien hasta el final de su anterior mandato había sido uno de sus principales apoyos y también uno de sus mejores amigos.
