viernes. 29.03.2024

Por Andrés Chaves

1.- Se ha dedicado Juancho Armas Marcelo , como ya he contado aquí, a poner a parir a los jurados que no le concedieron el premio Canarias de Literatura. Juancho quería el galardón y las perras, que pesetero es un rato, pero al final le regalaron, por la intervención de Soria (su protector desde hace mucho tiempo) ante Paulino Rivero , el primer premio de Consolación de su vida: la Medalla de Oro de Canarias, que sólo se entrega a los jubiletas. Y que no tiene dotación económica; es puro baracalofi. Juancho Armas es un histriónico, pelota de Vargas Llosa y palanganero que fue de don Camilo José , a quien acompañaba hasta el excusado a mear. Ha ofendido gravemente a Juan-Manuel García Ramos, Arturo Maccanti, Justo Jorge Padrón y Juan Cruz . ¿Por qué?: porque votaron por otro para un premio que Juancho creía que ya llevaba su nombre y sus apellidos. Cuando uno vive de los concursos corre el riesgo de que le falle alguno. Más feo es lo del diario "Abc", todo un referente en la prensa española, que permite que este tipo vomite en sus páginas sus odios hacia personas honorables, castigándolas porque han cometido el pecado de no premiarlo. Juancho es un kamikaze y está dejando muy mal al periódico en el que escribe, al que utiliza para conseguir fines propios; suyos.

2.- Fue Juancho quien trajo a Larry Álvarez a los pies de Soria. Larry salió rana porque la avaricia rompe el saco. Juancho fue amigo de Dimas Martín hasta que Dimas dejó de soltarle parné y de recibir en Teguise a don Camilo y a sus señoras. En realidad, Juancho no es escritor, sino agente artístico de escritores, y a nadie le conceden el premio Canarias -al menos hasta el momento, aunque todo puede ser- por trabajar como representante. A ver si el "Abc" se entera del por qué de las diatribas de JJ Armas Marcelo a gente de tal categoría. No hace falta ser muy listo. Los cuatro vilipendiados, suplemento sí, suplemento no, formaron parte del jurado que concedió el premio a un Millares y no a un JJ. Pregunten y verán.

3.- El padre de Juancho siempre le decía que estudiara para catedrático (es imposible estudiar para catedrático), pero su hijo se dedicó al trapicheo de escritores. Los que le han reportado pingües beneficios son los certámenes literarios. Pesca mucho en esas aguas pantanosas. Pero he aquí que un jurado imparcial le dio el premio Canarias a otro. Y explotó: aprovecha las páginas del periódico en el que escribe unos artículos muy aburridos para poner a parir a los citados. Qué feo, Juancho. Qué dirá de ti don Mario y toda esa gente. Todos los miembros de tu jurado maldito no pueden ser tan malos. A lo mejor el malo eres tú, amigo. Pobre pelotillero.

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Pobre Juancho
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