viernes. 29.03.2024

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha considerado este martes que la moción de censura presentada por Podemos no tiene razón de ser “ni en el fondo ni en la forma” y el partido de Pablo Iglesias hace un “uso caprichoso” de esta iniciativa.

Rajoy ha pedido la palabra para responder ante el pleno del Congreso a la intervención de la portavoz de Podemos, Irene Montero, en la que ésta ha justificado la necesidad de presentar la moción.

El jefe del Ejecutivo ha ironizado sobre las “fraternales y cariñosas” palabras de Montero hacia él y hacia su Gobierno y ha subrayado que pretende introducir “racionalidad en el debate”.

Montero espeta a Rajoy que «España está harta de que le roben» y que «su tiempo se ha acabado»

Durante más de dos horas de durísimo discurso, la portavoz de Podemos, Irene Montero, ha defendido desde la tribuna de oradores la moción de censura presentada por su grupo contra el Gobierno llegando a espetar que «España está harta de que le roben». «El voto al PP no es un cheque en blanco para robar: deberían pedir perdón a sus votantes en lugar de usarles como excusa», ha abundado.

Montero ha arrancado su intervención en un tono visiblemente relajado que ha ido elevando según avanzaba su alocución, con un eje: la decadencia del Partido Popular y el agotamiento de su proyecto a manos de la corrupción, para terminar con un «sí se puede».

«Ya no tienen proyecto político. Por eso su estrategia es orden, unidad y aguantar para que se descubra lo menos posible sobre sus tramas de corrupción. Confían en que el verano borre de la mente de la ciudadanía el caso Lezo, Moix y la declaración de Rajoy en su partido», ha subrayado.

La portavoz de Podemos, cuya alocución aún continúa, ha advertido al presidente del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que «en este país la gente ya no tiene miedo y la gente no acepta sus mentiras». - «Basta ya de corrupción, su tiempo se ha acabado, pertenecen al pasado» ha abundado.

Siguiendo este hilo, la portavoz de Podemos ha justificado la presentación de la moción de censura en que «cuando en un país gobierna una organización que se dedica a delinquir, comprenda que lo que debe hacer un patriota es trabajar para echarles a ustedes», ha defendido.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, escuchaba el chaparrón con paciencia desde su escaño, acariciándose la barba a ratos, mientras la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Sanatamaría, tomaba notas. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, leía un libro y la mayoría de los miembros del Gobierno consultaba el telefóno móvil.

La presidenta el Congreso, Ana Pastor, ha detenido la intervención de Montero en varias ocasiones protestando por la existencia de un murmullo constante en el hemiciclo. En la bancada popular solo una minoría de diputados mantenía la vista puesta en la oradora. Varios dipuitados del PP enviaban mensajes quejándose de aburrimiento por el discurso de Montero que dura ya dos horas. Al otro lado, desde la bancada de Podemos, el candidato de la moción, Pablo Iglesias, con americana azul no perdía detalle del discurso de la portavoz.

«La corrupción no es cosa de manzanas podridas, tiene sede: Génova 13. Allí, los sobres se movían de arriba para abajo», ha acusado. Y tras enumerar los casos de corrupción que afectan a cargos del PP, ha echado en cara al Gobierno que «ese dinero no era suyo» para exigir al PP que pida perdón y se disuelva.

A su juicio, el dinero que Génova tenía pensado invertir en las próximas campañas electorales para «reponer lo robado a la Hacienda Pública, hasta el último céntimo». «Porque son menos escuelas, menos hospitales, menos listas de espera», ha reprochado. Vinculadas con la corrupción ha realizado duras acusaciones al Ejecutivo de pretender controlar e intervenir la Justicia.

«Se les tendría que caer la cara de vergüenza al escuchar lo que han hecho con la riqueza de todos», ha espetado con un elevado volumen de voz. Con esta tónica, no podía faltar en el discurso de Montero el caso Bárcenas y las críticas al SMS que Rajoy envió en su día al extesorero popular recomendándole: «sé fuerte».

La bancada morada ha aplaudido a su portavoz en numerosas ocasiones pero sin rebosar entusiasmo. El exnúmero dos del partido, Íñigo Errejón, sentado en tercera fila se ha mantenido con los brazos cruzados sin seguir la ovación de su bancada más de una vez. Tampoco ha apludido ERC aunque será el único grupo que apoye la moción.

No se ha olvidado la portavoz de Podemos de la amnistía fiscal impulsada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y aprobada por el Gobierno de Rajoy en su primera legislatura. Una medida que ha calificado de«anticonstitucional» al permitir regularizar «las finanzas de corruptos y defraudadores» y que ha vinculado con el desvío de fondos a Panamá. «Cuando hablamos de pagar impuestos su patria no es España, es Panamá», ha subrayado.

A continuación ha repasado todas las causas que han afectado a miembros del Gobierno popular, actuales o pasados, como los casos Soria y Rato. También ha puesto sobre la mesa el caso Aquamed para aludir a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la investigación sobre el despacho fundado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, o las dudas que han generado sobre el titular de Justicia, Rafael Catalá, las conversaciones del caso Lezo.

A éste ha pedido una vez más su dimisión pronosticando que pasará a la historia como «el ministro de la injusticia» que «dinamitó la separación de poderes entre el poder Ejecutivo y el Poder Legislativo». En cambio, Montero ha presumido de cómo todas las denuncias impuestas contra su formación han sido «archivadas o ganadas».

Las grandes empresas españolas tampoco se han librado. Montero ha lanzado duros reproches a FCC, ACS o OHL por los contratos que se adjudicaron en el pasado en comunidades gobernadas por el PP, pero también a las entidades financieras por jugar con «los ahorros de toda una vida» de sus clientes. «Han implementado una política de ensañamiento con las clases populares, y de esta forma se entiende que saliera la escandalosa estafa de las preferentes que ha permitido a las entidades financieras robar a millones de personas, entidades que han sido rescatadas con dinero público».

Su discurso a esta hora, no obstante, parece desordenado. Siendo la corrupción el centro de su discurso, su relato se interrumpe a ratos con alegatos en favor del feminismo, la Constitución o Cataluña, mientras que las acusaciones sobre intentos de intervención en la Justicia van y vienen.

Así, Montero también ha incluido duros reproches al Ejecutivo por la amenaza secesionista catalana y en concreto a Rajoy de «prender la mecha» al llevar al Tribunal Constitucional el Estatut de Cataluña «reventando el marco de convivencia». En la misma línea, ha acusado al PP de ser «los dinamiteros de todos los puentes entre los pueblos españoles» de manera irresponsable.

Además, ha hecho una defensa del referéndum asegurando que por votar «no se rompe nada». «Esto es un país plurinacional, escúchenlo con toda la calma», ha señalado en referencia al artículo 2 de la Constitución. «Ustedes no tienen un proyecto territorial a la altura de este país y ése es otro motivo para echarles», defiende. «Referéndun y derecho a decidir. Con ustedes al frente Cataluña jamás podrá decidir democráticamente su futuro», ha remachado.

Tras repasar la situación de las pensiones acusando al Gobierno de «vaciar la hucha» y pasar revista a la situación educativa, las medidas en materia de dependencia, el sector energético, ganadero o cultural, ha acusado al Gobierno de priorizar los intereses de los magnates internacionales sobre las necesidades generales del país. En este punto ha vuelto al feminismo para acusar al PP de imponer un modelo «profundamente machista». El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido entonces la palabra para contestarle.

La abstención del PSOE a la moción contra Rajoy, primera decisión de Sánchez

Por su parte, la abstención socialista en la moción de censura de Unidos Podemos contra Mariano Rajoy es la primera decisión política de relevancia que ha tomado, tres semanas después de su reelección, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y con la que marca su impronta frente al voto en contra previsto por la gestora.

Será este lunes cuando el portavoz provisional en el Congreso, José Luis Ábalos, comunique la decisión al grupo parlamentario, en una reunión a puerta cerrada en la que su acogida podría dar una idea del grado de cohesión que hay en este momento entre sus 84 diputados, escorados en los últimos meses hacia las posiciones de la gestora.

Ya en plena precampaña de las primarias el anuncio de la moción que hizo el líder de Podemos, Pablo Iglesias, produjo el rechazo unánime de socialistas, que vieron en él un intento de aprovecharse de su debilidad interna con la misma "mala fe" con la que un año antes había anunciado por sorpresa un gobierno de coalición mientras Sánchez estaba con el Rey.

Considerada desde distintos sectores políticos una moción de censura contra el PSOE, más que contra el PP, el presidente de la gestora, Javier Fernández, llegó a enviar a Iglesias una carta en la que no solo le comunicaba que los socialistas no la apoyarían, sino que le acusaba de presentarla para "volver como salvador a la escena del crimen".

Fernández, que dejó así "bien claro" su rechazo a la iniciativa de la formación morada, se comprometió, no obstante, a "escuchar" la opinión de Sánchez días después de la abrumadora victoria de éste en las primarias y terminó dejando en sus manos la "decisión final", tras reunirse con él el pasado 29 de mayo.

Una reunión en la que dijo a Sánchez que tenía que "ser él" el que tomase esa decisión y en la que no le trasladó "ni su opinión ni su criterio" al respecto, aunque era conocido que el asturiano era partidario de votar en contra.

Por entonces, el entorno del secretario general, empezando por el propio portavoz, José Luis Ábalos, ya defendía públicamente la abstención como "solución compensada" entre las razones que merecen la censura a un presidente del Gobierno cuya dimisión había exigido Sánchez durante la campaña de primarias y la posición de todo el PSOE de que la alternativa de Podemos ni era seria ni estaba bien planteada.

A dos días del debate, lo previsible es que el grupo socialista apoye esa posición, mientras que Ábalos se enfrentará a la prueba de intervenir en el hemiciclo en representación de un PSOE que ha tomado un nuevo rumbo, aunque hasta el próximo fin de semana no elija a su próxima dirección, en el que será el 39 Congreso Federal del partido.

Rajoy asegura que la moción de censura no tiene razón de ser
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