jueves. 18.04.2024

Por Carmen Morales, Dra. Sociología y CCPP

En estos días asistimos perplejos a la decisión del gobierno de Malta ante la negativa de NO acoger a medio centenar de inmigrantes que se encuentran en un pesquero español frente a sus costas.

¿Es humana esta decisión?

Estamos convencidos que todos coincidimos en que la decisión es inhumana, entonces ¿por qué la Unión Europea se muestra holgazana y avara en solucionar este problema? Al mismo tiempo nos cuestionamos ¿puede un estado amparar a todos los que llaman a su puerta?

Son muchas las cuestiones a tener en cuenta y sobre las que debemos reflexionar:

Existen unos convenios internacionales que recogen la obligación de los buques a prestar asistencia a las personas, independientemente de su nacionalidad y de su estatus.

Contemplan, estos convenios, la obligatoriedad de los estados de cooperar con los responsables de los buques que prestan asistencia, facilitándoles su entrega en un lugar seguro.

Malta es un país comunitario desde 2004 y la Unión Europea debería de imponerse, así, como la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR.

El pesquero que los auxilió por humanidad, independientemente de tratados, convenios o convenciones de la OMI (Organización Marítima Internacional), llevaba faenando 22 días, tiene víveres para 27, al acoger a estas 51 personas, la comida y el agua escasean, además se han visto obligados a interrumpir su trabajo y dar por finalizada su zafra.

Llevan frente a las costas maltesas 5 días, a la espera de una decisión, ¿hasta cuándo han de esperar?

Se trata de un grupo de inmigrantes que salieron de Eritrea, porque el país está en guerra y cuando fueron auxiliados por el pesquero español, ya llevaban dos días a la deriva y sin comer. Recordemos que en el grupo se encuentra una niña de dos años y dos mujeres embarazadas, que duermen en cubierta o donde pueden, junto a los 11 tripulantes del barco de 26 metros de eslora.

Canarias lleva décadas acogiendo a los miles de inmigrantes que constantemente llegan a nuestras costas y jamás nos hemos planteado no tenderles una mano, a pesar, del elevado coste que el Gobierno de Canarias asume. Hemos de tener en cuenta que de enero a junio de 2006 a nuestras costas isleñas han arrivado 13.000 inmigrantes, hoy mismo han llegado 300 personas más. Es eso lo que no debemos ni de obviar ni de olvidar, que son personas, que se juegan la vida por una oportunidad que no encuentran en su tierra y emigran por los mismos problemas que existieron en el pasado, existen ahora y existirán en el futuro, el hambre, la guerra y unos estados insolidarios.

Razones para una reflexión
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