martes. 23.04.2024

1.- El lector don Alberto Balbín , a propósito de un artículo mío aquí diciendo que el mago no pronuncia nunca lagarto, sino ligarto, no me pregunten por qué, opina que el mago fino tampoco dice ligarto, sino ritil. Es verdad, el espécimen que habita en las medianías, cuando quiere hacerse el fino, turba de tal manera la pronunciación que se hace extremadamente difícil entenderlo. Así: "El ligarto es un ritil". Y se queda tan fresco. Otro desocupado y amable lector me acaba de mandar una foto que no sé si me dará tiempo de incluir en mi libro de aparición inminente. Se trata de un cartel de Pepsi Cola -el mago dice Pisicola-, con el siguiente reclamo: "Carbón, Test de embarazo, Pollo". Es decir, lo mismo le vende a usted cinco kilos de carbón para la barbacoa, que le hace el test del embarazo a su señora, que le endilga un pollo de corral de sabor reconocido mundialmente. Pueden ser recursos para superar la crisis, puede ser cualquier cosa, pero lo cierto es que el cartel existe y figura por fuera de una venta de esos altos.

2.- Cada día que pasa me prometo a mí mismo no hablar más del mago. De hecho, en el libro reconozco que ésta será la última entrega. Pero cuando comunico al común mis intenciones aparecen nuevos argumentos para que yo me anime a ampliar la cosecha. Es que el mago es dueño de un ingenio inagotable y desarrolla, con los tiempos, nuevas ruindades dignas de ser reseñadas u ocurrencias que no me resisto a contarles. ¿Qué tendrá que ver el carbón con el pollo y con el test de embarazo?

3.- El otro día, en Tacoronte, vi una barbería instalada en un sitio inverosímil: un pasillo estrecho por el que no cabe un gordo y el sillón del barbero al fondo. Yo me pelo ahí y me entra un ataque de claustrofobia que me puedo morir, pero comprendo que en invierno el local tiene que ser abrigadito porque allí no cabe ni el frío. Hace poco fue por mi casa un tipo pidiendo reductores de butano. Le dije: "Cristiano, pero si eso lo venden ya en las ferreterías". Antañazo, conseguir un reductor era difícil porque sólo los expedía la Disa. Pero el monopolio cayó por su propio peso. Yo creo que el mago no se había enterado, a pesar de su presencia casi enfermiza en las ferreterías, establecimientos que al rural le entusiasman. Tenía en el garaje un reductor viejo y se lo regalé. Y se quedó tan contento.

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Test de embarazo
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