viernes. 29.03.2024

1.- No tengo muy buena fama como agorero desde que dije que España no iba a ganar el Mundial de Sudáfrica, pero no hace falta ser muy listo para saber que el pacto en cascada entre CC y el PSOE hace aguas. Ya no sólo por lo de El Tanque, un municipio sin razón de ser que a lo mejor hace aquí el papel de New Humpshire en las elecciones norteamericanas: quien gana en ese pequeño estado gana la presidencia, por regla general. Quien arma el follón en El Tanque, la paga. Entre CC y el PSOE, ideológicamente, no hay nada. Este pacto lo sostienen los suelditos y los coches oficiales y los pocos chóferes que quedan. Porque hace mucho frío en la calle y porque a los correligionarios de cierto peso hay que enchufarlos. Y si uno no está en las instituciones, en el poder, pues no se pueden enchufar. El pacto entre CC y el PSOE es, clarísimamente, el pacto de la mamandurria; el pacto de los intereses. ¿Dónde iban a ir, desde Paulino a Barragán y desde José Miguel Pérez a José Ángel Martín , si no fuera este pacto antinatura?; repito, hace mucho frío ahí fuera.

2.- Pero por alguna parte aparecen "analistas" que se ponen a escribir de lo que no saben. Que si Fernando Clavijo se quiere cargar a Paulino y eso. Pues claro que se lo quiere cargar, pero a su debido tiempo. A Fernando no le interesa un rompimiento del pacto ahora, si no es llegando a un acuerdo previo con el PP para que éste acepte ser segundo -sin Paulino- en el Gobierno. Y este acuerdo no existe. Dejan caer el nombre de Ruano como presidente. ¿Se imaginan? Haría muy bueno a Rivero. Ruano es un perdedor nato. Fernando Clavijo será el líder de CC, porque está llamado a ello, pero todavía no se puede hacer nada. Hay que tener paciencia y esperar; no mucho, pero las cosas es preciso hacerlas bien, no dar pasos en falso. Coalición Canaria no debe salir del Gobierno y tampoco debería presidirlo, porque por votos no le corresponde. Por eso pactó con una caricatura, para poder mantener su estructura, que es muy débil si no toca poder.

3.- Ahora bien, tres años más no duran. Es imposible. Porque Paulino Rivero no va a aguantar la presión, porque Canarias se muere de hambre y porque la crisis va a más, ante un Gobierno que no hace absolutamente nada para remediar la situación. La discrepancia de El Tanque no va a ser como aquella canción, "Grándola, vila morena", que principió la revolución de los claveles, en Portugal. No, sólo es un episodio aislado que no va a traer más consecuencias que una ligera alerta para el pacto. Ya sé que soy muy mal adivino, pero me parece que esta vez la cosa es de libro. Habrá que esperar, aunque, repito, tres años más no duran.

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Tres años más no duran
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