sábado. 20.04.2024

Por Cristina Duque Ramírez

La violencia de género es un déficit democrático, un problema social en cuya solución debe implicarse toda la sociedad. Hasta tal punto es así, que el propio PSOE no se rinde a la complacencia de señalar en el exterior las actitudes machistas, sino que reconoce la necesidad de combatirlas en el seno del partido.

Por eso nuestro Decálogo contra la violencia de género señala la necesidad de que todas nuestras sedes sean espacios seguros y libres de violencia de género, practicando la tolerancia cero con el maltrato y los maltratadores.

Todas las agrupaciones locales, en virtud de lo dispuesto en el Decálogo, se comprometen a contribuir a la sensibilización y concienciación social a través de actos y pronunciamientos. También la Agrupación de Arrecife, de la que formamos parte, ya que tenemos la obligación de incluir en nuestro plan de igualdad de oportunidades las medidas de prevención de la violencia de género.

Nuestra militancia exige que cada militante socialista se convierta en activista y haga suyo el compromiso con la construcción de una sociedad justa, igualitaria y libre de violencia contra las mujeres.

Quiero compartir con ustedes el legítimo orgullo de pertenecer a una organización como el PSOE, comprometida hasta tal punto con la lucha contra la violencia de género, que llega a plantearse la exigencia y el compromiso públicos de convertir a sus sedes en espacios seguros y libres de violencia de género.

A pesar de avances tan importantes como la Ley Integral Contra la Violencia contra las Mujeres, sabemos que todavía queda mucho camino por recorrer y mantenemos nuestro compromiso. Estoy convencida de que estamos en el camino adecuado.

Un PSOE seguro y libre de violencia de género
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