El Juzgado de Instrucción Número 4 de Arrecife ha concluido la investigación en torno a la muerte de Yazmina Arrocha. Aunque el Auto declara “extinguida la responsabilidad penal del autor del crimen”, aclara que un compañero del militar conocía el suceso.
Según adelantó este miércoles en primicia diariodelanzarote.com, la juez que instruía el caso de Yazmila Arrocha, la joven que fue encontrada muerta el pasado 5 de mayo de 2007 en una zona cercana al cementerio de Arrecife, ha dictado un auto que aclara los detalles del fallecimiento, según ha publicado este miércoles Diariodelanzarote.com y según ha podido confirmar después ACN Press a través del Juzgado de Instrucción Número 4 de Arrecife, encargado de la investigación.
Según dicho documento, hay varios indicios que demuestran que, “por motivos desconocidos”, Diego Gómez Poveda, el militar que cinco días después se suicidó en el Aeródromo Militar de Lanzarote, “decidió acabar con la vida de la joven”, que sufrió “traumatismo craneoencefálico grave”.
Al parecer, durante los días previos al suceso, hubo “una extensa comunicación telefónica entre ambos”, y la propia Yazmina “relató a algún allegado suyo que se había encontrado con un viejo conocido militar” y “se habían visto en varias ocasiones”, por lo que el Auto dictado por la juez concluye en que mantenían “una relación afectiva”.
Según el documento, el día de la desaparición de Yazmina, Gómez Poveda se reunió con la joven “en torno a las 17.00 horas” y “la llevó en su vehículo a la zona del cementerio de Arrecife”, donde acabó con su vida. A continuación, el militar “enterró el cuerpo cubriéndolo con tierra”.
Cinco días después, el cuerpo de Yazmina fue hallado por un grupo de familiares. En ese momento, Diego Gómez Poveda se quitaba la vida disparándose “con su arma reglamentaria en la Base Aérea de Lanzarote”.
Aunque el auto destaca que no hay indicios que apunten a la existencia de “ningún coautor”, sí explica que podría haber un “compañero” del militar que hubiera conocido los hechos a través de una conversación telefónica. Después, según especifica el documento, ambos se reunieron y “fue cuando le contó lo que había hecho y cómo con detalles”. Por ello, aunque la juez ha determinado “extinguida la responsabilidad penal de Diego Gómez Poveda”, hay que determinar la conducta de su compañero, “por si pudiera ser constitutiva de infracción penal”, tal y como reza el documento.
